"Llevaba zapatos limpios envueltos en papel para actuar en el Club de Regatas, porque los puestos llegaban sucios desde Quintes"
José Luis García Morís (Quintes,
Villaviciosa, 27-8-1937), cantante y compositor asturiano que triunfó a ambos
lados del atlántico, eligió como nombre artístico Luis Gardey.
Familia humilde. "Fui el
único hijo de mis padres, Noé y Marina. Quedé huérfano de padre a los 10 años y
de madre a los 21. Mi mamá era modista y mi papá trabajaba en una finca. Éramos
una familia humilde. Mi papá cantaba asturianadas, con un chorro de voz
tremendo. Yo con 10 años ya empecé a canturrear. Con 12 me pilló mi mamá
cantando mientras sostenía una perilla de la luz como un micrófono; me puse
rojo".
Somió Park. "Estudié en la
escuela primaria de Quintes y el bachillerato en el Instituto Jovellanos de
Gijón. Quería ser médico, pero empecé a cantar. Conocí a un pianista, Marcelino
Rubiera, que trabajaba en el Café Arrieta. Empecé con él a ensayar. Estudié
guitarra y música. Un día, con 18 años, Rubiera me llevó a Radio Gijón. Había
un señor sentado fuera y cuando terminé de cantar, me lo presentó. Era el
director del Somió Park, Magadán, que me contrató todo el verano y al
siguiente. El Somió Park ocupaba mucho más espacio del restaurante actual,
donde hoy han construido. Había conciertos lunes, jueves y sábados desde mayo
hasta septiembre".
"Los Brujos". "En
el escenario alternaba la orquesta de Jesús Fernández con el grupo ‘Los
Brujos’, cinco chicos y una chica, Mariní Callejo, que después fue muy famosa
porque era una virtuosa tocando el piano y dirigió a Massiel y a Mari Trini. A
uno de ellos, Tito Mora lo contrataron para grabar en la RCA y dejó el grupo.
Era 1962 y Mariní Callejo, me propuso irme con ellos como cantante, ganando
cuatro veces más. Recorrimos España. Fuimos a Benidorm el año en el que triunfó
Raphael con ‘Llevan’ y ‘Los Brujos’ conseguimos el segundo premio con
‘Quisiera’ y el séptimo con ‘Lazarillo’. Allí me escucharon todas las casas de
discos y me contrató Zafiro, con la que estuve desde 1964 hasta 1969".
Mi primer éxito en la radio fue
un twist, y cuando me dieron la canción se me cayó el alma a los pies, porque
me consideraba un baladista
Disco de Oro. "Entonces la
radio era la que hacía figuras. La televisión estaba empezando, pero la radio
la escuchaba todo el mundo. El ‘Dúo Dinámico’ compañeros míos que hemos actuado
muchas veces juntos, triunfó en la radio, como Machín. Un presentador de Radio
Madrid, Raúl Matas, que tenía el programa Discomanía, llamó a Zafiro diciéndole
que tenía una canción para mí que iba a ser éxito. Me dio la canción y me cayó
el alma a los pies, porque yo me consideré baladista, y aquella era movida, un
twist, ‘Dejala, dejala’. Fue mi tercer disco. Empezó a sonar por la radio y ya
empezaron a contratarme. A los cinco meses, Raúl Matas tenía otra canción para
mí. No me gustaba nada, pero otro éxito. Tanto que José Luis Pécker, un locutor
famosísimo de la Ser, me llamó a su programa ‘Puerta del Sol’, con público. Al
acabar me pidió que fuera una semana seguida. El director de la Ser, Fontán, me
ofreció un contrato de seis meses. Subí como la espuma. En ese momento me llega
‘Ma Vie’, la canción de Alain Barrie, que hice la versión española. Fue un exitazo,
hasta el extremo de que Radio Televisión Española me concedió el Disco de Oro,
en 1965".
Varadero. "En 1970 me llama
TVE, para ir al Festival Internacional de Varadero, en Cuba, junto a ‘Los
Bravos’, ‘Los Mustang’ y ‘Los Ángeles’. ‘Los Bravos’ con ‘Black is Black’
estaban pegando más que nadie. Yo iba con un poco de complejo. Debuto ante
18.000 personas con televisión y radio en directo y eso impone. La primera
canción, como dedicatoria a la colonia asturiana, que es muy amplia en Cuba,
fue una versión de la canción popular asturiana ‘Si la nieve resbala’, para la
que me había hecho los arreglos Juan Carlos Calderón y había grabado en
Philips, porque ese año ya había cambiado de casa de discos. Mi primer single
en Philips fue una canción que me hizo Juan Pardo, ‘Un amor como el mío’ y en
la cara B ‘Si la nieve resbala’. Fueron las dos canciones en Varadero el primer
día. Después de cantar ‘Si la nieve resbala’, no me tocaba volver a actuar
hasta la segunda parte. Me tomé tres mojitos, el último cargado. Cuando volví
al escenario, veía las luces multiplicadas. Pedí a la orquesta que parara.
Saludé al público y les pedí que cantaran el estribillo conmigo. Nunca nadie
había parado el festival. Aprendieron el estribillo. Arranco a cantar y en el
estribillo conmigo miles de personas. Me pidieron otra mientras la presentadora
les decía que no era posible. Bajé a cambiarme, nervioso, pensando que me iban
a despedir, pero el director del festival, Amauri Pérez, me felicitó y me pidió
actuar toda la semana repitiendo siempre la segunda canción. Sólo me dejó un
día libre para conocer La Habana".
"Tengo la ilusión de cantar
un homenaje al Somió Park, que fue mi trampolín"
Gamesa. "El entonces
presidente de Gamesa Industrial, Juan Luis Arregui, el año que cerré el pub,
vino a verme a Madrid porque sabía que yo era muy popular en Cuba y no eran
capaces ni de conseguir visados. Entonces se estaba vendiendo allí maquinaria
para la producción de azufra, la zafra. Lo llevé a Cuba y le presenté a
Ministros y gente que conocía, que a su vez nos presentaron a directores de
empresas que importaban maquinaria y repuestos. El primer año vendimos 120
millones de pesetas. Después ya me dijo que tenía que quedarme a vivir en Cuba,
porque estábamos vendiendo dos y tres millones de dólares todos los meses. Así
hasta que Cuba dejó la zafra para dedicarse al turismo. De ahí que yo viviera
en Cuba 10 años, porque me dedicaba a negocios, como relaciones públicas. Y lo
compaginaba con actuaciones. A mi mujer, Odalys Torres Marrero la conocí en
1995, porque trabajaba en una de las empresas a la que le vendíamos productos
de Gamesa, Tecnoimport. La llamé por teléfono un día y creo que le dije que
‘desde que te vi, no paro de pensar en ti’. Poco a poco, empezamos a salir, y
hasta hoy".
"De la canción no me voy a
retirar nunca, porque es mi vida, pero ya no vivo de ella"
Julio Iglesias. En 1984 volví a
ver en Miami a Julio. Después de comer en su mansión, me preguntó si había
compuesto alguna canción más. Acababa de terminar una, pero no estaba grabada.
Me dio la guitarra y se la canté. Llamó a Ramón Arcusa y a otros colaboradores
y me graban la canción. Una más, me dije yo. A los dos días me llama Julio:
‘Luisito, pasa por la CBS que vas a firmar la autorización para yo estrenar la
canción y al mismo tiempo vas a contratar con la CBS que es una buena editora y
ten interesa, y te van a dar 50.000 dólares de adelanto de royalties’. Qué alegría.
Volví a España. Pasó casi un año y yo me preguntaba, ¿qué será de mi canción,
‘Ni te tengo ni te olvido’? Estando sentado en Florida Park, en Madrid, entró
Manolo Díaz, un asturiano que fue director de la CBS y de la EMI y presidió el
Niemeyer un tiempo. Entra y me da la enhorabuena, porque había regresado de las
Bahamas, donde la CBS había alquilado la casa que era de los Rolling Stones
para reunir a todos los directores de la CBS de América, España y Francia, más
de 30, para seleccionar diez de las 20 canciones que había grabado Julio, para
editarlas en su disco ‘Libra’. Seleccionaron la mía como la canción estrella
para encabezar el LP. Votaron el 80% por ‘Ni te tengo, ni te olvido’, que
además era la que quería Julio. Julio Iglesias me dio a conocer a mí con esas
dos canciones. La primera, ‘Devaneos’, la grabaron después quince artistas
diferentes, entre ellos el brasileño, Alexandre Pires".
"Me da mucha lástima gente
de mi época que andan cantando por lo que les den porque no supieron
organizarse y creyeron que la vaca lechera iba a durar siempre, y no dura
siempre"
Redes sociales. "Tengo
varias partes de canciones nuevas, pero no las terminé, porque me hice un poco
cómodo. Ahora ya no se graban discos, pero todavía en diciembre del año pasado
saqué en las redes sociales una canción nueva, ‘Ve con él’. Se puede encontrar
toda mi discografía en Youtube o en Spotify. La profesión cambió mucho. Ya no
se graban discos y las productoras tienen que pensárselo mucho y negociar con
las plataformas digitales a ver cuánto les van a dar, y los artistas viven
sobre todo de los conciertos; el que no llene se muere de hambre. Me da mucha
lástima gente de mi época que andan por ahí cantando por lo que les den, porque
muchos no han sabido organizarse; pensaron que la vaca lechera duraba siempre y
no dura siempre. En 1965, que estaba triunfando y me pagaban por gala 35.000
pesetas, que entonces era un dineral, yo vivía con ‘Los Tamara’, un grupo
gallego, en una pensión donde pagaba 6.000 pesetas al mes por dormir y comer,
al lado de Radio Madrid. Y Miguelito Ríos y otros estaban en la calle Doctor
Fleming, que el apartamento sólo les costaba 20.000 pesetas al mes y comiendo
fuera".
Homenaje al Somió Park. "La
casa donde nací, en Quintes, la hice nueva. La estrenamos mi mujer y yo en
1998. Sólo aproveché los muros. Venimos a Gijón un día sí y un día no. Paramos
mucho por Casa Quilo, en Quintes. Ahora vamos a viajar a Madrid y luego a
Alicante a ver a mi hija. Y en octubre posiblemente al Caribe dos o tres meses,
donde ya me tienen preparado en Cuba un programa de televisión de una hora,
porque en Cuba sigo teniendo muchísima fama, donde voy a cantar, y me están
proponiendo un recital también en un teatro en La Habana. Me preguntan si me
retiré de la canción, de la canción no me voy a retirar nunca, porque es mi
vida. No vivo de la canción, pero tengo ilusión por cantar y me gusta cantar
hasta en una comida. Sigo ahí. Tengo la idea y la ilusión por un día, en una
cena, cantar dando un homenaje al Somió Park, porque fue mi trampolín".
Fuente LA NUEVA ESPAÑA
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Luis Gardey en Gijón. / Luisma Murias / LNE |
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LUIS GARDEY, EN UNA MULTITUDINARIA ACTUACION EN EL JARDIN, EN 1967. / LNE |
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Luis Gardey, con su Disco de Oro en 1965. / LNE |
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Luis Gardey con Julio Iglesias. / LNE |