Julián Castañón y Sabino y Gerardo Menéndez, los ganadores del Festival de la Sidra, hablan de la vida en el llagar, un oficio en el que trabajan por mejorar día a día
30.08.11 - 02:37 -
MARÍA LASTRA
Acaban de proclamarse como reyes indiscutibles de la sidra. De sus manos sale el mejor líquido dorado de la región, según profesionales y público, y ellos lo agradecen prometiendo que irán a más, que aún les queda mucho que dar y hacer.
La familia Castañón, desde Quintes, y Menéndez, desde Fano, ofrecen la más sabrosa bebida asturiana, según los críticos del Festival de la Sidra que acaba de celebrarse en Gijón. Ambas estirpes cuentan a sus espaldas con tres generaciones dedicadas a este oficio, el de hacer sidra y conseguir que cada día vaya a más. Pero tanto esfuerzo tiene recompensa.
Julián Castañón vive «con mucha alegría e ilusión» el máximo galardón, el Elogio de oro que recibió el domingo pasado en reconocimiento al mejor caldo. Los profesionales lo eligieron a él, o mejor dicho a su sidra, como la mejor de las veinte marcas presentes en esta edición. A Sabino Menéndez le ocurre algo parecido. En su caso fue el público, el que decidió en una cata a ciegas, que su bebida era el que mejor sabor dejaba en los paladares. Su hijo, Gerardo Menéndez, se encuentra ahora a cargo del negocio. Ambos, padre e hijo, saben lo que importa este premio. «Es el público el que consume y paga la sidra a diario, estamos muy contentos», afirman satisfechos.
Julián Castañón tiene 50 años y lleva más de la mitad de su vida dedicándose al oficio. Da un salto hacia atrás en la memoria y recuerda como volvió a sacar adelante el llagar que en su día abrieran su abuelo y su padre. «Si hubiera tenido otra cosa en aáquel momento igual no me hubiera dedicado a esto, pero ahora no lo cambio por nada del mundo», asegura. En todo este tiempo ha vivido muchas alegrías y alguna que otra pena, pero afirma que «los momentos buenos siempre ganan a los malos». Una nueva generación se prepara para seguir con el oficio, «mi hijo ya tiene ganas» explica. Les espera un llagar nuevo, en el que ya trabajan, y un montón de ilusiones que nunca les faltan.
30.08.11 - 02:37 -
MARÍA LASTRA
Acaban de proclamarse como reyes indiscutibles de la sidra. De sus manos sale el mejor líquido dorado de la región, según profesionales y público, y ellos lo agradecen prometiendo que irán a más, que aún les queda mucho que dar y hacer.
La familia Castañón, desde Quintes, y Menéndez, desde Fano, ofrecen la más sabrosa bebida asturiana, según los críticos del Festival de la Sidra que acaba de celebrarse en Gijón. Ambas estirpes cuentan a sus espaldas con tres generaciones dedicadas a este oficio, el de hacer sidra y conseguir que cada día vaya a más. Pero tanto esfuerzo tiene recompensa.
Julián Castañón vive «con mucha alegría e ilusión» el máximo galardón, el Elogio de oro que recibió el domingo pasado en reconocimiento al mejor caldo. Los profesionales lo eligieron a él, o mejor dicho a su sidra, como la mejor de las veinte marcas presentes en esta edición. A Sabino Menéndez le ocurre algo parecido. En su caso fue el público, el que decidió en una cata a ciegas, que su bebida era el que mejor sabor dejaba en los paladares. Su hijo, Gerardo Menéndez, se encuentra ahora a cargo del negocio. Ambos, padre e hijo, saben lo que importa este premio. «Es el público el que consume y paga la sidra a diario, estamos muy contentos», afirman satisfechos.
Julián Castañón tiene 50 años y lleva más de la mitad de su vida dedicándose al oficio. Da un salto hacia atrás en la memoria y recuerda como volvió a sacar adelante el llagar que en su día abrieran su abuelo y su padre. «Si hubiera tenido otra cosa en aáquel momento igual no me hubiera dedicado a esto, pero ahora no lo cambio por nada del mundo», asegura. En todo este tiempo ha vivido muchas alegrías y alguna que otra pena, pero afirma que «los momentos buenos siempre ganan a los malos». Una nueva generación se prepara para seguir con el oficio, «mi hijo ya tiene ganas» explica. Les espera un llagar nuevo, en el que ya trabajan, y un montón de ilusiones que nunca les faltan.
El concejal Carlos Rubiera echa un culín ante Julián Castañón, ganador de la mejor sidra de la fiesta.
Castañón se lleva el Elogio de Oro a la mejor sidra de la fiesta; el público premia al llagar Menéndez; la sidrería El Cartero, el chigre al que Tienes que ir... y el Tonel de Oro recae en Manuel Arbesú
29.08.11 - 02:36 -
:: SARA GONZÁLEZ
El Elogio de Oro, el premio a la mejor sidra del certamen según los profesionales del gremio, fue para Sidra Castañón, de Quintes, y lo recogió emocionado Julián Castañón. Terminada la entrega, los llagareros compartieron comida en La Llorea con las autoridades municipales, un almuerzo al que se sumaron representantes de la oposición, que no acudieron sin embargo a la entrega de premios.
Castañón se lleva el Elogio de Oro a la mejor sidra de la fiesta; el público premia al llagar Menéndez; la sidrería El Cartero, el chigre al que Tienes que ir... y el Tonel de Oro recae en Manuel Arbesú
29.08.11 - 02:36 -
:: SARA GONZÁLEZ
El Elogio de Oro, el premio a la mejor sidra del certamen según los profesionales del gremio, fue para Sidra Castañón, de Quintes, y lo recogió emocionado Julián Castañón. Terminada la entrega, los llagareros compartieron comida en La Llorea con las autoridades municipales, un almuerzo al que se sumaron representantes de la oposición, que no acudieron sin embargo a la entrega de premios.
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