Después de varios años sin desfilar, los gigantes y cabezudos despertaron ayer en Villaviciosa el interés y el entusiasmo de niños y mayores.
La Asociación Cultural y de Festejos San Juan de Amandi y los organizadores de las fiestas del Portal recuperan una de las tradiciones más antiguas y populares. Generaciones y generaciones han crecido viendo bailar y desfilar a los gigantes, el rey y la reina, rodeados de cabezudos
Las cabezas están realizadas en cartón-piedra que, en el caso de los gigantes, van sobre un armazón de madera, hierro o aluminio que se cubre con amplios ropajes de colores.
El origen de esta tradición no está del todo claro. Unos la sitúan ni más ni menos que hace dos mil años; otros, en la Edad Media. En España, dependiendo de las fuentes, las primeras manifestaciones de las que se tienen constancia se remontan hacia los siglos XIII y XIV, y, geográficamente, en torno a los reinos de Aragón y Navarra.
No obstante este tipo de celebraciones forma parte de una tradición folclórica que se realiza desde hace cientos de años en muchas fiestas locales de Europa y América Latina. Deformes figuras, bailando y animando, e incluso persiguiendo a la gente que acude a la celebración.
Hay tradiciones que hacen las fiestas más especiales; ayer en Villaviciosa lo hicieron 2 gigantes y 17 cabezudos desfilando al ritmo de gaita y tambor
QUINTES Mirador del Cantábrico
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