El sacerdote José Manuel Pidal Cardeli, natural de Quintes y ordenado en la iglesia parroquial el 5 de Abril de 1970, acaba de recibir notificación del juzgado absolviéndole de profanación de sepultura en el cementerio de Limanes del cual es responsable.
El asunto tuvo una repercusión mediática importante y se originó a raíz de unas obras de limpieza del cementerio que José Manuel encargó a Funeraria San Mateo, obras que fueron denunciadas por una vecina ante el juzgado de instrucción numero 4 por presunta profanación de la sepultura de su madre fallecida en 1963.
Esta denuncia se produce hace más de un año y había tenido ya respuesta del juzgado, en el sentido de que los hechos denunciados no eran constitutivos de ilícito penal. La sentencia clarificó que durante los trabajos de limpieza del cementerio, perteneciente a la Iglesia Católica, se soterraron algunas sepulturas sin intervenir en las bóvedas, ante lo cual la vecina recurrió a la audiencia que ahora falla nuevamente a favor del párroco y archiva el caso.
José Manuel Pidal, que siempre contó con el apoyo de un grupo de vecinos, se mostró contento con el fallo de la audiencia que deja el caso definitivamente cerrado.
Esta denuncia se produce hace más de un año y había tenido ya respuesta del juzgado, en el sentido de que los hechos denunciados no eran constitutivos de ilícito penal. La sentencia clarificó que durante los trabajos de limpieza del cementerio, perteneciente a la Iglesia Católica, se soterraron algunas sepulturas sin intervenir en las bóvedas, ante lo cual la vecina recurrió a la audiencia que ahora falla nuevamente a favor del párroco y archiva el caso.
José Manuel Pidal, que siempre contó con el apoyo de un grupo de vecinos, se mostró contento con el fallo de la audiencia que deja el caso definitivamente cerrado.