Quintes ha querido dar el último adiós
a uno de sus vecinos más entrañables con una misa organizada por su
hermana Esther a la que asistieron numeroso vecinos
Aladino era un hombre muy cercano
y afectuoso que emigró a la Argentina en 1950 con 15 años, y que a pesar de la distancia
estuvo siempre muy apegado a Quintes y
sus gentes. Sentía esta tierra de forma especial. Aquí él era feliz cada verano
y aprovechaba el tiempo disfrutando de la pesca y de las fiestas con amigos y
vecinos.