Experiencia de un viaje en
patinete por los seis restaurantes participantes en las Jornadas de les Llámpares de Quintes y
Quintueles
EL QUE
PRUEBA REPITE.
Quizás fuese por casualidad pero
me encontré un folleto de promoción de los festejos del XXXV Festival de la
Llámpara catalogado y declarado como
Fiesta Turísticas de Interés Regional que se celebra anualmente en las
Parroquias de Quintes y Quintueles, y en 6 de sus Restaurantes sirven la
degustación de esta lapa muy famosa en esta zona al precio unificado por ración
de 13 €.
Una vez leído el folleto me
interesó muchísimo el tema, y pensé en probarlas en los 6 establecimientos
¿Pero cómo los recorrería? Y mi subconsciente se puso a trabajar y me dictaba
sus directrices, muy fácil, Andando es solo un paseín, no, Andando me aparto de
mi teoría de Andar por Andar es de tontos, bueno si no es andando, entonces
corriendo, peor me lo pones, Correr es de cobardes, mira coges la moto o el coche y lo haces descansado, si, si, 6
Restaurantes, 6 raciones de Llámpares, y 6 botellas de sidra, mi fuerte no es
el beber y aunque no las retuerce para sacarles la última gota, no dejan de ser
media caja y aunque de los antiguos se decía que a partir de una caja de sidra
era su referencia, yo aunque viejo no llego a esos parámetros, además seguro
que uno se tropieza con los Hermanos Pradera con sus artilugios del “Sople”
como es seguro que puedas dar cuenta con un estacazo y tente tieso en forma de
multa, así que" encontré una solución que está menos vigilada, me alquilaron
un patinete eléctrico (moderno que es uno) con su correspondiente casco y una
batería de recambio, así que manos a la obra, recogí en Gijón el medio de locomoción,
subí por La Providencia, pasé por el Molín de Pilo y salí a la Carretera de La
Ñora, mi primer encuentro con les Llámpares fue en Casa de Coty, pedí una
ración de la especialidad de la casa y una botella de Sidra, acabé les
Llámpares que estaban muy buenas, pero la sidra solo bebí un par de culinos
(hay que moderarse) y me dirigí al Restaurante Desi y Pochi, al pedir me
recomendaron las que más les pedían los clientes, junto con la botella de
sidra que no terminé, los clientes son
los que tienen el paladar más fino, estaban para comer hasta los cascos, un
corto desplazamiento y ya estoy en la
Parrilla de Isidro, Isabelita se esmeró y me sirvió una ración que tenía más
jamón que Llámpares, con unos culinos de sidra quedé como un Pepe con la comida,
ahora tengo que ir pensando en los tres que me quedan para la cena, salgo de
Quintueles y me voy hacia Quintes, cruzo el regatón hacia la Carbayera y aparezco
por el Restaurante Castañón, aunque me parecía que no estaba bien hecha la
digestión, me presentaron una ración ahumando que daba gloria al comerla, lo
hice con unos medidos culinos de sidra, vuelta atrás y parada en la Carbayera,
allí en Casa Kilo me sirven ración y botella,
como para repetir, vuelvo a coger
el Patinete, yo lo había escogido con las ruedas bien anchas para no caerme y
al verlas no me daban tanta sensación de seguridad, zigzagueando y entre ver y
no ver, me acerco al Hotel Artiem, en los terrenos donde antes estuvo Casa
Ciprión. Entro al Restaurante o Comedor,
muy bien presentado y con mucho lujo, lo primero que pensé fue que al estar el
precio cerrado de las Llámparas no tenía
que pagar todo aquel derroche de decoración, salí para marchar y estuve
meditando un momento, estaba “fartuquín” más de Llámpares que de sidra, era
noche cerrada, y el patinete tenía una luz que alumbraba muy poco, las ruedas
cada vez las veía más estrechas y cada vez se encontraba con más
inconvenientes, entro en la recepción, pido una habitación sin ninguna pregunta
(del precio) al otro día había dormido y
descansado de maravilla, liquido la cuenta cojo mi patinete y tranquilamente me
marcho cantando aquello de "Quintes a Quintueles, de Quintueles a Gijón, toda la
gente me dice: Parez que estas borrachón", fue una maravilla la experiencia así
que yo volveré y es que dicen ....
EL QUE
PRUEBA REPITE.
P/S El Monstruo de las Llámpares Mayo
2023