Un año más, y van cuarenta y tres, la tradicional foguera de San Juan vuelve a arder en el prau de Manolita y Mieres en el barrio de Santana.
La foguera forma parte de otras muchas que adornaron la noche de ayer en diferentes partes del mundo. El origen de esta tradición es pagano, y mucho más antiguo que su celebración cristiana. Se basa en la conmemoración de la llegada del día más largo del año, con el solsticio de verano. Lo tradicional es encender hogueras para purificar el Sol y darle fuerza ya que a partir de ese día, todos los días irán haciéndose más cortos (o más débiles) hasta llegar al siguiente solsticio, el solsticio de invierno con la llegada de la noche más larga del año.
En cuanto al fuego, la hoguera que se enciende representa el triunfo de la luz sobre la oscuridad. Es común es cualquier parte ver como los que se acercan a vivir la celebración, se atreven a saltar por encima del fuego. Esto es debido a que la creencia popular dictamina que esa valentía se verá premiada con salud y con fortuna. Antiguamente, incluso se hacía pasar por encima al ganado para verlo libre de enfermedades.
Salud, ganas y humor para que estos entusiastas vecinos sigan iluminando la noche de San Juan en Quintes durante muchos años.
Salud, ganas y humor para que estos entusiastas vecinos sigan iluminando la noche de San Juan en Quintes durante muchos años.