Que un pueblo ponga el colofón a sus fiestas recordando a los antepasados dice
mucho de sus vecinos.
Atrás quedaron cinco días de
festejos populares donde la gente se ha echado a la calle con buen tiempo en
general y ganas de sana diversión. Unas fiestas que volvieron a combinar devoción, historia,
tradición, música y gastronomía, y que este año llegaron con
dos novedades positivas; el cambio de prau y la actuación del Grupo Cañón.
Opino que tanto la ubicación como el tamaño del nuevo prau dieron otro aire a las fiestas, este año hemos vuelto a las romerías de los años 80 que aun muchos recordamos, con la carpa, el escenario de la orquesta y las atracciones situadas como estaban entonces. Otro acierto ha sido la contratación del Grupo Cañón que ofreció un espectáculo moderno y de gran impacto visual sobre telones LED, con un potente equipo de sonido, iluminación y decorado que se recordará como un evento sin precedentes en las fiestas de Quintes.
¡Gracias comisión y colaboradores, habéis hecho un gran trabajo!