23 septiembre 2022

Alejandro Piñeiro Ugalde - Investigador de la Universidad de Oviedo, “Nuestra mayor recompensa sería un fármaco para frenar la covid”

Es el primer firmante del estudio que ha logrado identificar los genes que nos predisponen a contagiarnos del virus causante de la pandemia

MIGUEL ROJO

El investigador del Departamento de Biología Molecular de la Universidad de Oviedo, Alejandro Piñeiro Ugalde, de Quintueles, es el primer firmante del exitoso trabajo que, por medio de la colaboración entre multitud de científicos, ha logrado identificar los genes que nos predisponen a contagiarnos de la covid, lo que permitirá trabajar en fármacos contar la enfermedad causante de la pandemia.

-¿Cuántas horas de trabajo puede haber dedicado a concluir esta investigación?

-Incontables, el esfuerzo ha sido muy grande. Ha supuesto la dedicación casi exclusiva de dos investigadores durante casi tres años y la colaboración de múltiples personas de distintos centros españoles. Pero estamos muy satisfechos de haber contribuido con nuestros recursos técnicos y humanos ql estudio de este virus que ha expuesto una vez más la vulnerabilidad humana.

-Carlos López Otín les agradecía que hubiesen aparcado otros proyectos para sumarse a este. Supongo que una situación como una pandemia mundial hace que se prioricen unas cosas sobre otras…

-Carlos siempre ha mantenido un profundo compromiso hacia las personas y en aquellos momentos todos sentimos que debíamos aportar, dentro de nuestras posibilidades, a lucha contra la pandemia. Nosotros no somos un laboratorio de virología, pero en aquel momento estábamos adoptando y optimizando herramientas genéticas avanzadas para estudiar el cáncer y el envejecimiento, y Carlos nos propuso elaborar una estrategia para utilizarlo en estudio del SARS-CoV-2.

-Han conseguido identificar genes que propician la infección por covid que habían pasado inadvertidos en otros estudios previos ¿Cuáles la razón de este éxito?

-Efectivamente, este no es el primer cribado genético de genes humanos necesarios para la infección por SARS-CoV-2. Creo que una de las claves de nuestro éxito ha sido el esfuerzo previo en seleccionar el modelo óptimo entre múltiples líneas humanas de pulmón. Además, nuestro cribado genético no utiliza el virua completo, sino una versión simplificada que permite diseccionar exclusivamente la entrada del virus, lo que nos ha permitido analizar este proceso con más resolución.

-Además de usted y Gabriel Bretones, firmantes principales, han colaborado muchos otros investigadores, universidades, instituciones y centros de investigación. ¿Es una demostración de la fuerza de la colaboración?

-La ciencia se basa en el conocimiento acumulado y la colaboración. Este tipo de trabajos que emplea múltiples tecnologías con alto grado de especialización solo son posibles a través de la cooperación entre grupos. En este sentido, estamos muy agradecidos a todos ellos por su contribución clave en el desarrollo d este trabajo.

-Para confirmar sus hallazgos, tuvo usted que trabajar con el virus real en el Centro de Investigación en Sanidad Animal de Madrid. ¿Hubo algún momento en el pasase miedo?

-La verdad que pasaba más miedo en el restaurante del hotel cuando me disponía a cenar en plena pandemia que en las instalaciones del CISA. El centro tiene un nivel muy alto de seguridad y pasamos un curso intensivo de formación. Además, en todo momento estuvimos acompañados de Raúl Fernández o del Dr. Francisco Lorente, dos excelentes profesionales del grupo de Enfermedades Emergentes y Transfronterizas, dirigido por Miguel Ángel Jiménez. Realmente ha sido una experiencia inolvidable y les estamos muy agradecidos.

-¿Cómo es trabajar con Carlos López Otin?

-Trabajar con Carlos es sinónimo de excelencia en todos los sentidos. Además de acumular un conocimiento infinito, es una persona extremadamente comprometida y generosa que ha dedicado su vida a ayudar a los demás sin pedir nada a cambio. Tanto él como Gloria nos han enseñado a creer en nosotros mismos y a arriesgarnos a explorar y a innovar. El proyecto del genoma de la leucemia linfática crónica, el reciente trabajo de análisis genómico de la medusa inmortal Turritopsis o este estudio del SARS-CoV-2 ilustran claramente esta filosofía.

-¿Cree que se podrán  poner en marcha pronto nuevas terapias que ayuden a paliar los síntomas del covid gracias a este descubrimiento?

-Ojalá sea así, sería la mejor recompensa al esfuerzo que hemos realizado. Los genes identificados constituyen potenciales dianas para intervenciones farmacológicas que permitan frenar la expansión del virus en nuestro organismo cuando las vacunas no consigan frenar la progresión de la enfermedad. Actualmente no se conocen moléculas inhibidoras de estas proteínas, pero nuestro trabajo aporta claves sobre los mecanismos de entrada que pueden ser utilizados para encontrar fármacos que actúen sobre otros elementos del mismo proceso.

-¿En qué proyectos están trabajando ahora?

-Pues tras casi 3 años de gran esfuerzo, voy a utilizar mi baja de paternidad para centrarme por un tiempo en un proyecto que empezó hace 5 meses que se llama María, y en otro de 3 años que se llama Antonio. Pero seguiré desde casa planeado nuevos experimentos en colaboración con Gabriel para tratar de profundizar en los mecanismos moleculares de los genes identificados y también supervisando a dos extraordinarios estudiantes de doctorado que están bajo mi dirección.

Fuente: EL COMERCIO