El falso percebe vive en alta mar
suspendida de cualquier objeto flotante: boya, tronco de árbol….. etc. El mar
de fondo de estos últimos días resulta especialmente propicio para que las corrientes
los transporten a las playas
A
pesar de su longitud y aparente vistosidad, los falsos percebes no son
comestibles, anclados al flotador se extienden a
miles de kilómetros, siempre que las bajas temperaturas o un índice salino bajo
no les marque un límite de supervivencia.