Cuenta una leyenda que el árbol representa al universo y que nos dará aquello que a través de nuestros deseos y pensamientos proyectemos en él. Un lugar donde colgaremos notitas o cosas con los buenos deseos que tenemos para nosotros y los demás.
Muchos pueblos tenían árboles a los que otorgaban un valor especial para ofrecer sus buenos deseos. Una antigua costumbre que en algunas poblaciones aun se sigue practicando. En Escocia e Irlanda, los deseos se representan con trozos de tela mojadas que se tienden en los árboles de los bosques, en China cuelgan palitos de incienso, en EEUU cuelgan zapatos, etiquetas en Inglaterra, tostadas empapadas de sidra colgadas de manzanos en Roma.
Los deseos son el motor de cada día del ser humano. Proyectos y metas se fundamentan en la mayoría de los casos en el deseo.
Pequeñas calabazas pintadas de colores cuelgan desde hace unos días de un árbol en la senda peatonal que va desde el Rte. Castañón a playa España (Quintes) Foto cedida por Elisa Álvarez |