20 abril 2020

Las academias buscan nuevos nichos para “resistir” anta la caída de alumnos

Las de opositores son más optimistas porque «siguen formándose», pero las de Secundaria e idiomas se preparan para «seis meses inhábiles», opina Philip Twizell desde su casa de Quintes
ELENA RODRÍGUEZ - GIJÓN. Lunes, 20 abril 2020, 01:44
Buscan no dejarse llevar por el desánimo en medio de ERTEs y petición de ayudas para autonomos, se adaptan a la teleformación y, sobre todo, buscan abrir nuevos nichos de actividad para «resistir» tras la caída de alumnos y los meses de incertidumbre que se avecinan. En especial, las academias orientadas a ayudar a los alumnos de Primaria, Secundaria y Universidad.
La institución académica ya ha dicho que acabará el curso 'online' y, en el caso de colegios e institutos, la tónica puede ser la misma, a la espera de cómo evoluciona la pandemia. De momento, se seguirá trabajando a distancia, «haciendo hincapié en competencias clave» y sin avanzar contenido, salvo en segundo de Bachillerato, que prepara la prueba de acceso a la Universidad, la EBAU.
Precisamente, la EBAU (que se llevará a cabo los días 30 de junio y 1 y 2 de julio) o la prueba de acceso a mayores de 25 años (que se ha aplazado al 15 de mayo) son dos de los aspectos en los más se centra Jessica Castaño, responsable de la academia Astur de Gijón, ya que la mayor parte de su alumnado (de etapas obligatorias y Bachillerato) -el 80% del total- ha decidido no continuar en un momento en lo que más hacen los profesores de los centros es reforzar contenidos. En cuanto se supo que se iba a decretar el estado de alarma, el 13 de marzo, cerró la academia y desde entonces sigue formando telemáticamente a medio centenar, también universitarios. «Dimos la oportunidad de recuperar las clases más adelante, pero todos lo entendieron. Creo que son tiempos de arrimar el hombro y este mes no lo cobraré. No, hasta recuperarlas clases presenciales», que serán en grupos más pequeños o clases individuales como medida de precaución.
En cualquier caso, el trabajo ha menguado notablemente y lo que siente es que «estaremos como si cerrásemos seis meses» debido al refuerzo que ya de por sí hacen los centros y al verano, prácticamente inhábil, en el que solo las recuperaciones de septiembre o el apoyo a los niños con lagunas antes de empezar el curso, pueden dar un ligero respiro. Ante este escenario, busca el lado positivo y otras vías de teleformación, ya que los cursos 'on line' que imparte (entre ellos, el de manipulador de alimentos o para trabajar en un comedor escolar) «funcionan muy bien».
También Vanesa Fernández, del centro de estudios Covadonga -en Oviedo y que tuvo sede en Gijón- ve la teleformación como un opción de futuro. Especializada en preparar para las oposiciones a las administraciones públicas, una salida puede ser ofertar toda la formación de modo telemático. «De hecho, lo venía demandando mucha gente», apunta desde un centro que ya contaba con una plataforma 'online' y, hasta la fecha, mantiene profesores y alumnos. «Los opositores no paran de formarse. Creemos, además, que cuando pase toda esta situación, el Servicio de Salud (Sespa) va a necesitar mucho personal».
Adaptaciones «maratonianas»
De la misma opinión es María Belinda García, de la academia Tamargo, con cuatro centros en Gijón y uno en Oviedo, que imparte clase de todos los ciclos y prepara a opositores. Éstos son su principal alumnado tras la suspensión de las clases presenciales y de refuerzo, que ha traído una importante caída de la demanda, algo que varía según los grupos. Con la idea de «no dejar colgados» a sus alumnos, han hecho «jornadas maratonianas» para adaptarse a la nueva situación, con profesores que «controlan muy bien el método 'on line'». «Las fechas de los exámenes de oposición se posponen, pero continúan estudiando».
En el caso de Estela González -socia colaboradora con su marido, Philip Twizell, de la academia de inglés The English College (TEC) de Gijón, la visión es muy parecida a la de Jessica Castaño. «Vamos a ver cómo sobrellevamos los próximos seis meses». Con el centro cerrado y manteniendo contactos regulares con los alumnos, cree que el confinamiento se va a prolongar y la vuelta a la normalidad llegará en mayo. «Para esas fechas, el curso está acabando. Si vuelven a clase, el horario de tarde desaparece, hace sol... Puede que haya alumnos para preparar el examen de Cambridge, pero no los suficientes».
«Aplicar un ERTE a trabajadores de toda la vida es dolorosísimo»
E. R. Gijón Lunes, 20 abril 2020, 01:45
La academia de inglés de Philip Twizell y Estela González, The English College (TEC), lleva funcionando en Gijón desde 1982 y con un amplio número de alumnos. La repercusión de la crisis sanitaria les preocupa, como a todos, y mucho. Con sus ahorros, van pagando gastos y han abonado los salarios de marzo. Ahora están a la espera de recibir la confirmación para el ERTE, que afectará a toda la plantilla (de una decena de trabajadores). «Algunos llevan toda la vida con nosotros. Es dolorosísimo», asegura Estela. Que puedan cobrar el 70% de la base de regulación le da algo de tranquilidad. «A mí también me salva los seguros sociales». Ahora bien, cree que «el verano va a ser la muerte» y considera, como Jessica Castaño, de la academia Astur, que «en nuestro gremio muchos van a tener que cerrar». Todos están a la expectativa de qué va a pasar a la vuelta y cuántos trabajadores en la región se van a haber afectados.
Mientras tanto, ambas piden «claridad» y «unificación de criterios» en la tramitación del cese de actividad y solicitud de ayudas. «Es verdad que nunca se había hecho algo así (por las ayudas», dice Jessica, «pero tenemos muchas dudas». La academia Tamargo también ha tenido que recurrir a un ERTE -que afecta a 14 trabajadores de 30-, así como el centro de estudios Covadonga, en su área administrativa. Son academias con mucha trayectoria, «con solera». «Esperemos que ayude y que no todo esté cerrado a la vuelta", dicen en Tamargo.
Fuente: EL COMERCIO
Philip Twizell, dueño de la academia The English College (TEC), en su casa de Quintes