11 julio 2013

La aventura de la vaca Cesárea

Antes de morir, la vaca, recorrió unos 40 km. y mantuvo alerta a la Policía Local, a la Guardia Civil (Seprona) y a protección Civil de Villaviciosa durante los siete días que anduvo suelta por Quintueles 
EN EL PRIMER INTENTO DE CAPTURA LA VACA LOGRÓ LIBERARSE
ELENA RODRÍGUEZ | VILLAVICIOSA. http://www.elcomercio.es/
«La vaca se volvió 'loca'. Me pisoteó, me encogí en el suelo y eso me salvó» Armando Cifuentes fue atacado en Quintueles por una res que se escapó el sábado del alto de El Infanzón. «Tengo cinco grapas en la cabeza» 
Armando Cifuentes, de 39 años, se llevó el jueves por la noche uno de los grandes sustos de su vida. Una vaca que se escapó el sábado de una finca del alto de El Infanzón apareció a las 21 horas en la zona de La Corolla, en Quintueles, en las proximidades de parrilla Isidro, el negocio que regenta su padre, y del recinto que tiene para cuidar el ganado. «Estaba recogiendo mis vacas y, en un callejón entre dos paredes, conseguí meterla entre las mías y dirigirla hasta el remolque», explica. 
Cesárea Foto P. Civil
El animal permaneció allí hasta que un joven de La Camocha -avisado por el dueño de la res, que se encontraba de viaje en ese momento- fue a recogerla. En el momento en que iban a trasladarla de un remolque a otro, Armando entró en el suyo y, tal y como relata con cierta dosis de humor, «la vaca se volvió 'loca'». Luego, se pone serio y recuerda: «Me pateó, me pisoteó y menos mal que me encogí, que me hice una bola en el suelo, porque eso fue lo que me salvó. Conseguí que no me enganchara por los cuernos». El joven logró abrir la puerta y la vaca -que lleva por nombre 'La de la Cesárea' y pesa 300 kilos- salió. 
Armando Cifuentes: Foto EC
Una vez recuperado de la impresión, Armando Cifuentes se trasladó al Hospital de Cabueñes, donde le pusieron cinco grapas en la cabeza. «Tengo magulladuras por todo el cuerpo. Son heridas de poca importancia, pero me duele todo», dice más tranquilo. La res mantiene en alerta a la Policía Local, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) y Protección Civil de Villaviciosa. Tras el suceso, los cuerpos de seguridad reforzaron ayer el dispositivo para encontrar a la vaca, nacida en 2009. Sin embargo, la búsqueda culminó al anochecer sin éxito. 
Sin saber los motivos, el animal -que se encontraba en una finca del alto de El Infanzón, junto al bar La Olla- se desbocó el sábado y salió del prado. Según relata Gerardo Morís, efectivo de Protección Civil, los vecinos la localizaron después en la senda de la playa de La Ñora y continuó en dirección al monte. Fue el jueves cuando apareció en la parrilla Isidro y atacó a Armando Cifuentes. Ayer, a las seis de la mañana, residentes de la zona la vieron en el acceso de Quintes y Quintueles a la autopista, junto a Sidra Castañón. Luego se le perdió la pista. 
El dueño del animal está colaborando en todo momento con los efectivos. La vaca tiene seguro, según indicaron las mismas fuentes, y en el supuesto de que pusiera en peligro a la ciudadanía -entrando, por ejemplo, en la autopista o en alguna carretera- habría que sacrificarla. De llegar a este caso, sería la Policía Local del municipio la encargada de esta gestión. 
Los cuerpos de seguridad piden la colaboración ciudadana para tratar de encontrarla. Creen que se mueve en «siete u ocho kilómetros a la redonda». Lleva dos cuerdas blancas en los cuernos, por lo que, aseguran, es «fácil identificarla». En caso de dar con ella, solicitan que se llame al 112-Asturias. Su número de crotal es el 1668. 

EN EL SEGUNDO INTENTO, ANTE EL PELIGRO DE UNA NUEVA FUGA SE OPTÓ POR SACRIFICARLA 
J. M. LEN | GIJÓN. http://www.elcomercio.es/
La vaca 'Cesárea', abatida a tiros por la Policía Local de Villaviciosa 
Una patrulla de la Policía Local de Villaviciosa abatió ayer, a las 10.30 horas, a la vaca 'Cesárea', después de una escapada que ha durado una semana y 40 kilómetros. Tras ser detectada este sábado por la tarde por efectivos de Protección Civil de Villaviciosa, como adelantó ayer EL COMERCIO, los agentes necesitaron dos horas, desde las 8.30 horas en adelante, en volver a localizarla porque la res se había vuelto a fugar al monte, en esta ocasión a una zona de Quintueles conocida como la Bonagua. 
Finalmente, ante lo inaccesible de la zona, que impedía entrar ganado para que 'Cesárea' se uniera a los animales y el peligro de que invadiera la autovía Gijón-Villaviciosa y causara un accidente de tráfico, se optó por sacrificarla. 
Así, uno de los agentes, especialista en este tipo de situaciones, abatió a la vaca con su rifle a unos cuatrocientos metros de distancia. 
'Cesárea' se había escapado el pasado día 29 de junio de una finca del alto de El Infanzón, junto al bar La Olla. Permanecería en paradero desconocido hasta el pasado jueves, día 4 de julio, en que apareció, a las 21 horas, en la zona de La Corolla, en Quintueles, próxima a la parrilla Isidro. 
Allí fue donde Armando Cifuentes, hijo del dueño del establecimiento hostelero, logró encerrar a la vaca en un remolque. 
Finalmente, el animal se volvió «loco», antes de escapar, pateó y pisoteó a Armando que resultó con heridas leves y cinco grapas en su cabeza. 
Ayer, tras una semana huida y cuarenta kilómetros recorridos en el concejo de Villaviciosa, su fuga acabó con el peor de los finales. 

EL FINAL DE LA ESCAPADA 
Pedro De Silva http://www.lne.es/
La vaca a la que hoy dedico mi billete era especial. Se fugó del cercado y estuvo una semana vagando por prados y montes de la zona (Villaviciosa de Asturias), en busca de su idea de la libertad. No digo que las vacas tengan ideas, en el sentido humano, pero de algún modo hay que llamarlas. Fue capturada por un vecino y volvió a fugarse en cuanto pudo. Al séptimo día de su primera fuga fue abatida por el certero disparo de un municipal, ante el riesgo de que irrumpiera en una autovía y provocara un accidente. Qué había en su cerebro que la distinguiera de las demás es un misterio. Hay quien dice que se había vuelto loca. Tal vez creía ser divina como un emperador romano, pues de hecho se llamaba Cesárea. El nombre quizás viniera de la técnica empleada en el parto, pero ella lo interpretaría a su gusto, lo cual ya diría algo de su condición especial. O a lo mejor se había vuelto cuerda.