04 enero 2013

II Concierto de Año Nuevo en la iglesia de Quintes

El Concierto de Año Nuevo, ha reunido este año en la iglesia de Quintes, a la banda de música de Villaviciosa, al coro Infantil, también de Villaviciosa, y al coro de Quintes. Estos grupos actuaron bajo la dirección de José Antonio Fernández (Toño), Patricia Cifuentes y José Ramón Morís respectivamente. 
El concierto, organizado por la S. C. R Clarín, el Ayuntamiento y la Asociación de Amigos de la Música de Villaviciosa, comenzó a las 20 horas con varias actuaciones  de cada grupo. Interpretaron temas clásicos, bandas sonoras y villancicos, un repertorio similar al ofrecido recientemente en el teatro Riera. En el intermedio, se representó una proyección de imágenes, lectura y dramatización del cuento de Navidad "La Cerillera", a cargo de Rosa Valle. Para finalizar, se juntaron orquesta y coros e interpretaron los villancicos Adeste Fideles y Noche de Paz. 
Más de un centenar de personas acudieron a la iglesia, y pudieron disfrutar de un estupendo y entretenido concierto de Año Nuevo que finalizó sobre las 21,30 horas.
http://quintes.blogspot.com.es/

AGRADECIMIENTO DEL DIRECTOR Y LA DIRECTIVA DE LA BANDA DE MÚSICA
Como se suele decir, los inicios no fueron fáciles. La agrupación comienza sus andanzas gracias a la unión de un grupo de buenos amigos, profesores y alumnos que querían compartir el amor por la música. Ciertos padres me ponen en contacto con la asociación Clarín, que nos cede el local de ensayo y pone todo de su parte para que la agrupación comience a funcionar.
 El primer ensayo se realiza el 20 de noviembre del 2011 y gracias al trabajo y esfuerzo de los músicos, en tan sólo un mes se realiza el primer concierto en la iglesia parroquial de Quintes, participando también el coro parroquial.
Pasando este concierto, la directiva de la banda de música de Villaviciosa, propone a la agrupación pasar a formar parte de la banda de música del concejo, fusionando la agrupación con una serie de músicos de la antigua banda de Villaviciosa, la cual había cesado su actividad tres años antes pero aún conservaba parte de su directiva.
En una reunión entre el director y los músicos de la agrupación se decide seguir adelante con el proyecto. Desde ese momento se inicia una amplia actividad musical con el teatro Riera como sedé principal de sus conciertos.
También participa en el certamen literario organizado por Clarín y por primera vez en la actual agrupación en las fiestas del portal de Villaviciosa. En mayo de 2012 la banda de música saca adelante la escuela de música de la agrupación, comenzando sus clases de lenguaje musical en Villaviciosa y más tarde, en octubre en Quintes.
En el momento actual la actividad musical se mantiene en dos sedes, Quintes y Villaviciosa.
Me gustaría dar las gracias , en mi nombre , en el de la directiva y en el de toda la agrupación a la asociación Clarín porque sin ellos hubiese sido imposible iniciar este proyecto, al ayuntamiento de Villaviciosa por el apoyo prestado en todo momento y como no, a todas las personas del concejo de Villaviciosa por habernos acogido tan calurosamente y hacer que nos sintamos arropados en cada una de nuestras actuaciones. 
Muchas gracias
El director y la directiva de la banda de música de Villaviciosa
BANDA DE MÚSICA DE VILLAVICIOSA
La banda de música de Villaviciosa tiene sus orígenes en la década de 1880, consolidándose poco a poco por todo el concejo y sus alrededores. Su época dorada la alcanzaría durante la posguerra gracias a su repertorio de carácter popular y tradicional con piezas musicales referentes a Asturias y a Villaviciosa, lo que hizo que la banda gozase de gran prestigio por toda Asturias. Después de cuatro años de inactividad, en el mes de Febrero del pasado año la Asociación de Amigos de la Música de Villaviciosa, reinicia su actividad e impulsa la reorganización de la banda, con el nombramiento como director de la formación al músico profesional José Antonio Fernández (Toño) 
Desde su refundación la banda no ha parado de trabajar y ha sacado adelante varios proyectos a lo largo del año. Uno de los más destacables es la creación de una escuela de música en la que tanto jóvenes como adultos puedan formarse musicalmente, con el fin de formar parte de la agrupación musical. Asimismo, la banda ha programado ya varios conciertos y han iniciado una campaña de captación de socios. 
CORO INFANTIL DE VILLAVICIOSA
La idea de crear un coro infantil en Villaviciosa ya empezó a gestarse en el año 2000, cuando su actual directora Patricia Cifuentes formaba parte de la Coral Capilla de la Torre. El que por entonces era director de la misma, Roberto Menéndez del Campo, la animó a madurar una idea que ya bullía en su cabeza desde hacia tiempo, y la animó a presentar un ambiciosísimo proyecto que funcionase a nivel de toda la comarca de la sidra, que comenzaba a asentarse por aquel entonces, no recibimos respuesta ni apoyo. Fue cuando Patricia Cifuentes se animó a iniciarlo por su cuenta en los colegios como actividad extra escolar. 
 Hoy el coro está compuesto por niños entre 6 y 13 años que desarrollan su actividad en la iglesia parroquial de Villaviciosa y en diversos conciertos, solos, o en colaboración con la banda de música de Villaviciosa.
CORO DE QUINTES
El coro de Quintes, nació hace unos 30 años gracias a un grupo de vecinos que cantaba en la iglesia parroquial. Después de un periodo de baja actividad, su actual director, José Ramón Morís, consigue reorganizarlo e ir incorporando nuevas personas. El coro atraviesa hoy uno de sus mejores momentos, actuando cada año en diversos conciertos dentro y fuera de la iglesia, muchos de ellos colaborando en los diferentes eventos que organiza la S. C. R. Clarín.
Banda y Coros
Rosa Valle, en la lectura y dramatización del cuento La Cerillera  
Hans Christian Andersen escribió hace muchos años este bello, triste y emotivo cuento situado en la noche de San Silvestre. Una historia que nos recuerda que jamás debemos perder la ilusión por conseguir aquello que anhelamos. 
 Era la noche de San Silvestre, la última noche del año. Todo el mundo en la ciudad se apresuraba para llegar pronto a sus casas y refugiarse del frío y la nieve. Iban muy abrigados, y algunos llevaban regalos de Navidad. Tras los cristales ardía la leña en las chimeneas y había agradables aromas de los manjares preparados para la cena de aquella noche. 
 En medio del ir y venir, una pequeña chiquilla vendía fósforos para ganar algo con que comprar siquiera un pedazo de pan. - Compren fósforos, lo mejor para encender fuego. ¡Compre cerillas, señor! Pero la gente apenas escuchaba su débil voz y desde luego, por nada del mundo sacarían las manos de sus tibios bolsillos con el frío que hacía. 
 Poco a poco, la noche se fue acercando y la calle se quedó desierta. -¡Fósforos, fósforos! ¡Cerillas para la lumbre! –Pero la pobre cerillera pronto comprendió que no vendería nada más aquel día. Terminó pronto de contar las escasísimas ganancias. No podía volver así a su casa: sin llevar consigo algo de alimento para su familia. 
 Pensó que quizá sus padres se enfadaran con ella por no haber sido capaz de vender más, eran tan pobres y tantas bocas que alimentar, que la más mínima cantidad marcaba una gran diferencia. ¡Si por lo menos no hiciera tanto frío! Tenía los deditos entumecidos, la nariz helada y le dolía mucho la garganta. Si se atreviera a encender una cerilla, sentiría un poco de calor... 
 Al fin y al cabo, en su casa haría el mismo frío que en la calle, pues durante todo el invierno el agua de lluvia se había abierto camino entre las rendijas del tejado, formando goteras y el viento soplaba a través de lo cartones que formaban las paredes de su humilde casita. Se refugió en la esquina que formaban dos casas muy elegantes y con mucho cuidado para no destaparse, encendió un fósforo. 
 Y la luz del fósforo al arder le mostró una acogedora estancia donde ardía el cálido fuego de la chimenea al lado de una mesa con humeante comida. Las llamas se reflejaban en las paredes creando figuras danzarinas y la pobre cerillera incluso podía sentir el calor de una manta sobre sus rodillas. Al apagarse, la niña volvió a la oscura y fría realidad. -
Si pudiera ser todo el rato así...- Se lamentó la chiquilla –Encender otro fósforo no marcará ninguna diferencia, y sin embargo es tan agradable su luz... Y procedió a prender la llama que esta vez le mostró un salón bellamente adornado, con un árbol de navidad adornado con infinidad de pequeñas velitas centelleantes. Bajo él, los regalos esperando a ser abiertos por niños ilusionados. 
 Al apagarse el segundo fósforo, la pequeña volvió a sentirse sola, en la noche acariciada por los copos de nieve que caían sin cesar, casi a oscuras, sentada en la calle y aterida de frío. - Encenderé otra cerilla – decidió la niña, pues las ilusiones que le brindaba la luz conseguían apartarla, siquiera por un momento, de la insensible realidad 
 Y así lo hizo, sostuvo la madera encendida delante de sus ojos y esta vez se vio a sí misma sentada a la agradable mesa al lado de la chimenea, tomando una sopa caliente que reconfortó su enfermo cuerpo. Y también era ella la que se acercó al majestuoso árbol de navidad para abrir los regalos que en su corta vida nunca había recibido. 
 Tan agradable y tan nueva era la sensación para la chiquilla, tan gratificante sentir el calor del hogar, que esta vez, cuando se consumió la cerilla, sólo quedó junto a la esquina de las elegantes casas el pequeño cuerpecito de la vendedora de fósforos, pues su alma se negó a regresar a esa realidad que la había ignorado hasta el momento.


Público en el concierto