El coche se conoció popularmente en España como «cuatro-cuatro», porque tenía 4 puertas, 4 cilindros y 4 caballos franceses. Fue ensamblado en la factoría de Valladolid desde 1953 hasta 1959. Caracterizado por sus seis embellecedores cromados en la parte delantera y el escudo de Valladolid en el centro del volante.
El 1 de octubre la factoría vallisoletana había alcanzado un ritmo de producción de diez coches al día; al finalizar 1953 se habían entregado las primeras 500 unidades. Su producción continuó en Valladolid hasta 1959, año en que fue reemplazado por el Renault Dauphine, cuando se habían fabricado un total de 26.298 unidades.
En la actualidad, existen unos cuantos ejemplares de aquellos extraordinarios 4/4. Uno de ellos, perfectamente conservado, se encuentra en Quintes. Abel Suarez, chapista jubilado, es aficionado a la restauración de coches y posee un 4/4 fabricado en 1957, impecable y en perfectas condiciones de circulación.
El 1 de octubre la factoría vallisoletana había alcanzado un ritmo de producción de diez coches al día; al finalizar 1953 se habían entregado las primeras 500 unidades. Su producción continuó en Valladolid hasta 1959, año en que fue reemplazado por el Renault Dauphine, cuando se habían fabricado un total de 26.298 unidades.
En la actualidad, existen unos cuantos ejemplares de aquellos extraordinarios 4/4. Uno de ellos, perfectamente conservado, se encuentra en Quintes. Abel Suarez, chapista jubilado, es aficionado a la restauración de coches y posee un 4/4 fabricado en 1957, impecable y en perfectas condiciones de circulación.