La lluvia dio ayer una tregua
en Villaviciosa para que centenares de personas pudieran presenciar el Sermón del Desenclavo y la procesión
por el casco urbano
El recorrido de los pasos,
caracterizado por su solemnidad y recogimiento, fue seguido por centenares de
personas que disfrutaron al paso de una comitiva que estuvo acompañada por la Coral Capilla
de la Torre, la Banda de Música de Villaviciosa y la Banda de Cornetas del
Regimiento Príncipe número III.
Historia tradición y devoción dese
1668
La Semana Santa de Villaviciosa
hunde sus raíces en el siglo XVII. En el año 1668 dos frailes dominicos de
Oviedo establecieron en Villaviciosa la Cofradía del Santo Nombre de Jesús, que
al igual que la de la Capital tenía por finalidad organizar los actos y
manifestaciones conmemorativos de la Pasión.
Desde entonces la Cofradía de Jesús
Nazareno, única en Villaviciosa para la Semana Santa —que cuenta en la
actualidad con 1800 cofrades— ha realizado sus cometidos con una característica
que le hace acreedora del respeto y contemplación no ya de las gentes de
Villaviciosa sino de toda Asturias e incluso de fuera.
Desde el Domingo de Ramos hasta
el de Pascua de Resurrección, se suceden los actos, que constan de siete
procesiones. Principalmente los días Miércoles y Viernes Santos concurren a
Villaviciosa miles de personas a presenciar el Encuentro (Miércoles) y el
Descendimiento o Desenclavo (Viernes Santo) que son dos verdaderos autos
sacramentales, de una fuerza dramática digna de ponderación.
Como tradición hemos de decir que
Villaviciosa entera se siente implicada en estas celebraciones, que constituyen
una experiencia común desde la infancia, pues es costumbre inscribir en la
Cofradía a los niños casi al mismo tiempo que se les bautiza y éstos después
con su hábito de nazarenos, participan junto a los cofrades jóvenes y mayores
en las procesiones.
Una característica de estas
celebraciones es su sobriedad, recogimiento, sencillez, acordes con el carácter
de la población, a lo que se presta a su vez el marco de las calles más nobles
de la Villa.
Las imágenes que se muestran: Nazareno, Dolorosa, San Juan, Verónica, Flagelación, Coronación de Espinas, son de alta calidad y belleza, obra de los mejores tallistas del momento, como en el caso de nuestra Dolorosa, obra de Julio Beobide y policromía de Ignacio Zuloaga. O de los populares Xudios, obra del escultor valenciano Enrique Galarza.