Decenas de personas llenaron ayer
la iglesia de San Fabian y San Sebastián para decir adiós con pena a un buen vecino.
Igual que en la celebración de la Palabra del pasado miércoles en el tanatorio, la familia de Corsino volvió a estar ayer
arropada por muchos amigos en una misa funeral celebrada en su honor en la Iglesia parroquial de Quintes, donde nos hemos vuelto a reunir en un acto de recogimiento y oración
Corsino será siempre recordado como un hombre atento y con un gran sentido del humor, que siempre veía el lado positivo de las cosas y que a pesar de sus problemas de salud vivió feliz hasta el ultimo momento alegrando la vida a los demás. En compensación ha recibido ayer en su despedida el cariño y el respeto de familia, vecinos y amigos.