«Creemos que estuvieron dándole
patadas y jugando con él antes de prenderle fuego», cuentan los vecinos
Ana Rodríguez- Quintueles- Viernes,
5 de enero
El duende navideño del barrio de
Rovigo, en Quintueles, Villaviciosa, amaneció ayer completamente calcinado en
medio de la carretera, lejos del pino de más de cien años en el que se suele
colocar.
'Roviguín', como lo llaman los
vecinos, recoge todos los años en un buzón las cartas de los niños, que acuden
desde diferentes partes de la parroquia. La noche del miércoles, uno de los
vecinos «vio un coche que se paraba y ponía las luces largas durante mucho
tiempo», explica Nuria Megido, presidenta de la Asociación La Rasa de Rovigo. A
continuación «comenzaron a ver unas llamas tremendas, que se terminaron
apagando».
Megido asegura que «no fue una
cosa que pensaron sobre la marcha» ya que cortaron la cuerda que sujetaba al
duende con unas tijeras y aparecieron trozos repartidos por la carretera, como
la nariz o las orejas, «así que creemos que estuvieron dándole patadas y
jugando con él».
La presidenta agradece que «por
lo menos no provocaron un incendio», pero lamenta la falta del duende durante
el resto de la época festiva y, «aunque hay cosas más graves, esto se hace con
ilusión por los niños que vienen todos los años». Además, estaba previsto que
varios de ellos acudieran durante la tarde de ayer para entregar sus cartas a
'Roviguín'.