Tejedor padre tuvo que esperar
varios meses y entrenar a diario para ver cumplida la promesa que hizo con sus amigos en
una de sus recientes etapas caminando a Covadonga
Alfredo repetiría la experiencia "Porque viajar con mi hijo Fredi es siempre una satisfacción, pero en muchas ocasiones no es
fácil con la silla de ruedas. En este caso además habíamos acordado dejar en
casa la silla motorizada y llevar la manual, hemos podido llegar gracias a la
colaboración de mis amigos de ruta, siempre existen dificultades con las
barreras arquitectónicas y en Covadonga hay unas cuantas”
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