A pesar del mal tiempo la tradicional cita ganadera,
recuperada tras el paréntesis de la pandemia, reunió ayer a más de un centenar
de reses en el recinto de la Parrilla Isidro
Había muchas ganas de volver. Los profesionales del sector no defraudaron y acudieron con su ganado en busca de
transacciones. Según ganaderos participantes en la feria, “el encarecimiento de los cereales y el forraje, entre otros
costes de producción, está castigando a las explotaciones de vacuno. Ahora hay
poco pasto y no queda otra que intentar vender, a pesar de la situación y del día invernal que tuvimos ayer sábado,
los tratos para adquirir reses se hicieron casi todos
el viernes y la feria cumplió las expectativas de participación, ventas, y calidad de los
animales expuestos, con un número de transacciones similar al de años anteriores”.