Publicado en el libro de la
llámpara de 1998; Silverio Tuero y Antonio Rodríguez, artesanos de piedra y
azabache (tradición milenaria en les mariñes de Villaviciosa).
Asturias mantuvo en el pasado,
como consecuencia de su característico aislamiento, una importante producción
artesanal, condenada a desaparecer con el advenimiento de nuevos métodos de
producción.
No obstante, la región cuenta aún
con una amplia gama de productos artesanos, puestos nuevamente de moda por una
serie de personas que no renuncian a lo más profundo de sus tradiciones.
Este es el caso de dos artesanos
de Quintes: José Antonio y Silverio, dedicados desde hace años a trabajar el
azabache y la piedra, respectivamente.
CANTERIA-MAMPOSTERIA Y TALLA DE
PIEDRA
Silverio Tuero |
La cantería, trabajo fundamental
en años pasados, al cual estaban dedicados gran parte de los habitantes de
Quintes y Quintueles, es en estos momentos uno de los trabajos artesanales más
olvidados y del que quedan hoy en día pocos artesanos dedicados a él.
Fue importante este trabajo en
tiempos pasados, debido a la importancia de la piedra como material de primera
necesidad en cualquier construcción, tanto en casas, cuadras, etc. Hasta hace
pocos años era todavía frecuente ver a los carreteros con sus parejas de bueyes
transportando piedra hacia Colunga, Villaviciosa etc.
Dentro de la cantería, una de las
facetas más complicadas, y sin duda la más bonita, es la talla de la piedra.
En Quintes contamos con un
artesano de la piedra consagrado a este difícil arte. Silverio Tuero Buznego,
dedicado desde hace 45 años al trabajo de la piedra. Silverio empezó arrancando
piedra en una cantera propiedad de su familia (este oficio le viene heredado de
su padre y de su abuelo) situada en Peña-blanca. Más tarde, las muelas y las
piedras de afilar; después la mampostería y ya por último la talla de piedra.
Trabajó principalmente la piedra arenisca, aunque no le importaba trabajar con
piedra caliza o de otro tipo. Dentro de la talla sus principales obras suelen
ser hórreos y escudos heráldicos. Por último, quiero animar a Alejandro, hijo
de Silverio, que está empezando a trabajar la talla de la madera, a que siga
adelante con esa afición.
EL AZABACHE
Antonio Rodriguez |
El azabache es un carbón fósil,
afín a los lignitos, que posee unas características especiales, como son: color
negro brillante, suave al tacto, ligero de peso y compacto, por la gran
cantidad de resinas que contiene.
El mejor azabache para trabajar es, y sigue siendo, el de la zona de Villaviciosa. Villaverde, Quintes, Quintueles, Argüero y Oles contaron en el pasado con innumerables minas de azabache
El azabache fue muy apreciado en
tiempos pasados, como adorno de mujeres y mozas; la creencia de cualidades
mágicas y curativas influyó también en la gran demanda del mineral en épocas
pasadas.
Es difícil encontrar en nuestros
días azabacheros que trabajen de forma artesanal. En Quintes tenemos la suerte
de contar con una de esas personas que todavía trabajan a la vieja usanza. José
Antonio Rodríguez (pues así se llama este artesano) es desde hace unos años uno
de los últimos artesanos del pueblo que se dedican a trabajar el material.
Trabaja el azabache como hobby o pasatiempo, y no como forma de ganarse la
vida. Sus herramientas de trabajo siguen siendo las mismas que las de los
artesanos de antaño: la navaja, el taladro manual, etc. Sus principales obras
suelen se cigües, cruces, cuentas para collares, etc. Es en estos momentos el
último azabachero de Quintes y Quintueles. Desde estas líneas animo a todos los
artesanos de Quintes u Quintueles para que continúen con su labor de fomentar y
levantar la artesanía asturiana.
Los días 28 y 29 de mayo se
podarán contemplar trabajos de estos artesanos en la exposición que se
instalará en las escuelas de Quintes,
J. A TUERO
Publicado por la Sociedad Clarín en el libro de la llámpara del año 1998