La expansión de las gaviotas desde la costa hacia núcleos del interior, está obligando a los ayuntamientos a implantar campañas de control para reducir su población.
CURIOSIDADES: Las gaviotas pueden beber agua
salada y expulsarla en forma de lágrimas. Viven entre 30 y 40 años, la mayoría tiene dificultad para tomar el vuelo si no hay viento y
pueden caminar sobre el agua gracias a la membrana que recubre sus dedos. Tienen uno de los sistemas de comunicación más complejos del mundo
de las aves. Son omnívoras y comen prácticamente todo. Esa capacidad les ha
permitido desplazarse desde la costa hacia las zonas del interior, ya que
pueden aprovechar cualquier tipo de recurso alimenticio. Las más comunes son las
gaviotas patiamarillas que se caracterizan, como su propio nombre indica por
sus patas y también por su pico amarillo. Tienen cuerpo blanco por el vientre
el dorso grisáceo y la cola más oscura, en el pico y el ojo tienen un anillo
rojo, generalmente anidan en colonias grandes, densamente pobladas y ruidosas. Ponen dos o
tres huevos moteados en nidos compuestos de vegetación. Son aves muy sociales que disfrutan de estar en grupo, aunque a veces también vuelan en solitario situándose sobre postes y
señales, viven en las costas, lagos o playas y se cuidan mutuamente avisándose
cuando hay peligro o comida en las proximidades donde se encuentran. Son
escandalosas y expresivas, pocos grupos de animales hay mas ruidosos que una
colonia de gaviotas, para comunicarse desarrollan un sin fin graznidos,
gritos y lamentos entre gestos de sumisión, agresión, dominación y amenaza.
Según los expertos, su hábitat se ha trastocado y ya no temen a nadie. Las denuncias por ataques de gaviotas se están incrementando. Son aves que marcan el territorio y se vuelven agresivas si perciben un ataque. Sus hábitos están cambiando. Han pasado de comer pescado en la mar a otear por las basuras y las mesas de las terrazas en busca de alimento.
Gaviota reclamando al grupo (barrio Santana)