La Cuevona de Cuevas del Agua, es uno de los escasos ejemplos de cavidad natural con tráfico rodado.
Sus bóvedas y los cerca de 300 metros de recorrido conceden una sensación desconocida frente al volante.
Esta caverna ha sido desde siempre el único acceso a la aldea de Cuevas del Agua. Un paso que anteriormente discurría por un vial habilitado por los vecinos, y que la modernidad y la urgencia de las comunicaciones, convirtió en el último tramo de una carretera local que muere poco después de atravesar la cueva.
El pueblo de Cuevas goza además de una situación privilegiada, su orografía envidiable a orillas del río Sella y al pie de la montaña, unido a su peculiar acceso, la convierten de alguna manera en una auténtica aldea pérdida, donde se conservan como en pocos lugares las señas de identidad de la vida rural. Se trata del pueblo del municipio de Ribadesella con mayor número de hórreos. Junto con las cercanas poblaciones de Tresmonte y Xuncu ofrece numerosos elementos etnográficos y muestras de arquitectura tradicional.
Existe una ruta tranquila e interesante denominada “los Molinos” que parte del propio pueblo, discurre durante un buen rato bordeando el rio Sella. Nosotros por falta de tiempo no hemos podido terminarla, pero parece ser que al final se puede ver una demostración de cómo funcionaban estos ingenios hidráulicos de otra época.
Para llegar a Cuevas del Agua partimos del casco urbano de Ribadesella, cruzamos el puente dirección a la playa giramos a mano izquierda, hacia las Cuevas de Tito Bustillo.
Unos 900 metros después, pasamos los pueblos de La Huertona y Sardalla; unos 700 metros más allá al coronar un tramo ascendente encontramos la señalización a Cuevas del Agua.
Desde esta bifurcación seguimos la carretera hasta el final, donde hay un pequeño aparcamiento, para dejar el coche y cruzar andando La Cuevona, también se puede pasar en coche.
QUINTES Mirador del Cantábrico
QUINTES Mirador del Cantábrico
Fin de la Cuevona
