01 octubre 2013

Guardería de emprendedoras en la zona rural maliaya

Pequequintes, una idea de Rocío Luengo y Natalia Sanagustín, busca la conciliación de la vida laboral y familiar de los padres de las parroquias 
01.10.13 - 00:20 - LYDIA IS | QUINTES. 
Las parroquias rurales de La Marina son las más pobladas del concejo y dentro de ellas Quintes y Quintueles van adquiriendo poco a poco servicios más propios de una urbe. A los negocios de estética de la zona, talleres de automóviles y tiendas de ultramarinos se suma desde hace unos meses una guardería, Pequequintes, ubicada en el barrio de Cimadevilla. 
Conscientes de que entre Gijón y Villaviciosa no había un espacio donde los padres pudieran dejar a sus hijos durante las vacaciones escolares o durante su jornada laboral, Natalia Sanagustín Iglesias y Rocío Luengo Barrero decidieron dar un paso al frente y poner en marcha un centro de educación infantil. «Para los niños que aún no van al colegio, los padres no tenían más remedio que buscar una plaza en las escuelas de 0 a 3 años de Gijón y de Villaviciosa, pero ahora pueden dejarlos en el entorno en el que viven y además, ahorrarse tiempo», aseguran. 
Su premisa es «facilitar todo lo posible la conciliación de la vida laboral y la familiar». Por eso, además del programa educativo, ofrecen servicio de comedor con desayuno, comida y merienda y servicio de atención temprana. «Los padres nos dejan a los niños antes de irse a trabajar y nosotras los llevamos al colegio», explican. También organizan fiestas de cumpleaños y un servicio de ludoteca por horas. 
Recortes por la crisis 
Este curso cuentan ya con ocho alumnos, mientras la matrícula continúa abierta. «Intentamos acomodar a los niños al centro y enseñarles las rutinas que llevarán cuando empiecen a cursar Educación Infantil», apuntan. Pequequintes, dicen, nació «con el objetivo de desarrollar programas educativos personalizados y multieducativos» y así lo han llevado a cabo durante sus primeros meses de vida. 
Como emprendedoras, reconocen que la crisis se nota. «Ahora, si uno de los dos padres no trabaja, lo primero que se recorta son los gastos de guardería», comentan. 
No obstante, aseguran, están «muy contentas» con la acogida que está teniendo el centro y el interés despertado entre sus vecinos. «La población de esta zona sigue creciendo y estamos en un entorno privilegiado para cualquier niño. Así que confiamos en que los futuros padres piensen en nuestro centro».
Noticia y foto extraídas de: http://www.elcomercio.es/
Natalia Sanagustin- de pie- y Rocio Luengo- sentada- juegan con los niños de la guardería.