LA HOYA DE SAN VICENTE es una ruta sencilla, sin grandes desniveles y atractiva. Aunque hay zonas en que debemos tener precaución con los resbalones, la excursión es apta para todas las edades.El trayecto dura unas dos horas entre ida y vuelta. Es aconsejable llevar buen calzado, pues parte de la senda es de suelo irregular y se camina sobre piedras o canto rodado.
A unos doscientos metros de la salida, encontraremos un puente romano con bóveda de cañón apuntado de 14,70 metros de luz. El camino continúa por una cómoda pista hasta el valle La Pandiella, para luego pasar a la senda del Gatu, una senda estrecha y de cantos rodados que va bordeando el rio Dobra. No tiene ninguna pérdida, no existen bifurcaciones ni ramales que nos confundan. Una única dirección nos conduce a una explanada adornada con frondosos tilos donde se ubica la Hoya de San Vicente. Un lugar idóneo para comerse el bocata, tomar el sol y pegarse un baño, o simplemente llegar, verlo y dar la vuelta.
Pocas ocasiones depara la montaña de encontrar una piscina en medio de un paraje natural rodeado de praderías. Antes de llegar a la Hoya de San Vicente, iremos viendo a lo largo del rio Dobra, pozas y cascadas de agua cristalina en forma de ducha que están siendo utilizadas por los senderistas para el baño. En nuestro camino observaremos también, amplias manchas de bosque autóctono en las orillas. Fresnos, arces, olmos, alisos, sauces… Según vamos ascendiendo aparecen los castañares, robledales y hayedos con abundantes huellas de los pájaros carpinteros.
Para llegar, coger la carretera que sale de Cangas de Onís en dirección al Puerto del Pontón, a unos seis kilómetros, tras pasar el pueblo de Tornin, veremos a la izquierda un restaurante donde dejaremos el coche. Allí mismo se inicia el camino.
En definitiva, una ruta perfecta para hacer en domingo. Después de ver el mercau de Cangas de Onís, se puede completar el día caminando y disfrutando de la naturaleza.
A continuación os dejamos varias fotografías que hicimos de la senda.
Pocas ocasiones depara la montaña de encontrar una piscina en medio de un paraje natural rodeado de praderías. Antes de llegar a la Hoya de San Vicente, iremos viendo a lo largo del rio Dobra, pozas y cascadas de agua cristalina en forma de ducha que están siendo utilizadas por los senderistas para el baño. En nuestro camino observaremos también, amplias manchas de bosque autóctono en las orillas. Fresnos, arces, olmos, alisos, sauces… Según vamos ascendiendo aparecen los castañares, robledales y hayedos con abundantes huellas de los pájaros carpinteros.
Para llegar, coger la carretera que sale de Cangas de Onís en dirección al Puerto del Pontón, a unos seis kilómetros, tras pasar el pueblo de Tornin, veremos a la izquierda un restaurante donde dejaremos el coche. Allí mismo se inicia el camino.
En definitiva, una ruta perfecta para hacer en domingo. Después de ver el mercau de Cangas de Onís, se puede completar el día caminando y disfrutando de la naturaleza.
A continuación os dejamos varias fotografías que hicimos de la senda.
PUENTE romano
RIO Dobra
HUELLAS pájaro carpintero
SENDA bordeando el río Dobra
ZONAS de baño en el río
TÚNEL de Alisos y Avellanos al llegar a la Hoya de San Vicente
HOYA de San Vicente
DESEMBOCADURA del rio Dobra en la Hoya
PRADERÍAS alrededor de la Hoya
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