VillaviciosaQuintes, imán para los romeros
Cientos de personas participan en la procesión de Santa Ana y los jóvenes, aunque menos que en años anteriores, acampan para disfrutar de una de las fiestas con más tirón del concejo
27.07.2009 -
LUIS CASO - VILLAVICIOSA
Quintes demostró ayer, una vez más, su poder de atracción entre los romeros. La celebración de Santa Ana, una de las más seguidas del verano maliayo, volvió a batir récords en una jornada muy soleada. Prueba de ello fue el movimiento de vehículos que hubo antes del mediodía. Los aparcamientos estaban llenos, y los andenes de la carretera, también. Y es que todos querían tener un buen sitio en la plaza de la Carbayera, centro neurálgico del pueblo. Esta multitudinaria asistencia resulta espectacular para una fiesta de aldea.
Las actividades festivas comenzaron a las 11 de la mañana con el grupo local de baile regional. Sus integrantes, subidos en una gran plataforma tirada por un tractor en el que se portaba el ramu, recorrieron parte del pueblo, a ritmo de gaita y tambor, hasta llegar a la iglesia, donde se celebró la misa sacramental en honor de Santa Ana.
La Eucaristía fue oficiada conjuntamente por el párroco Abelardo García y otros tres sacerdotes. Los cánticos fueron entonados por el coro parroquial que dirige Monchu Morís, mientras que el grupo de baile, con la música de gaita y tambor, intervino en el ofertorio, lo que imprimió al rito los aires festivos de una aldea asturiana.
A continuación, salió el desfile procesional, encabezado por gaiteros y el grupo folclórico, seguido del ramu y la imagen de Santa Ana. Cerraba el desfile el Santo Sacramento bajo el palio. El repique de campanas y el sonido de los voladores acompañó la procesión hasta el altar de piedra, en las afueras del templo, donde Les Xanines bailaron en honor del Santísimo antes de entrar en la iglesia.
Terrazas abarrotadas
El jovencísimo grupo de baile, que dirigen Maraví y Jorge, ofreció un aplaudido recital de danzas regionales, que dio paso a la subasta del ramu. La puxa tuvo como voceador a Teo 'el Gemelu' y contó con productos alimenticios y bebidas. Finalizada la rifa, en la misma plaza se inició la sesión vermú, animada por el conjunto musical Trapecio, mientras que en los establecimientos cercanos al lugar -Casa Kilo y Las Palmeras- no cabía un alfiler ni dentro ni en las terrazas.
Aunque las acampadas no proliferaron tanto como en ediciones precedentes, no se notó la tan cacareada crisis económica a tenor del consumo de sidra y otras bebidas refrescantes propias de la hora del aperitivo. Es una muestra más de que Quintes tiene un atractivo especial por el carácter abierto de sus gentes hacia quien los vista y acompaña en sus celebraciones.
Las fiestas de Santa Ana son, sin duda alguna, las que más atraen de la comarca rural de Villaviciosa. Cientos de jóvenes de los alrededores y, principalmente de Gijón no quieren perderse las celebraciones. La empresa Mariano-Fano, nacida en esta localidad, les facilita el traslado, puesto que pone un servicio de autobuses entre Gijón y Quintes y viceversa. Saldrá cada hora, hasta las 7 de la mañana.
Por la noche, el prau de las romerías se volvió a llenar, con la animación de los orquestas Nueva Banda y Banda Nocturna. Hoy volverá a sonar la música. En esta ocasión, las encargadas de poner ritmo a la noche serán las orquestas Sonara Real y Taxi.
Las actividades festivas comenzaron a las 11 de la mañana con el grupo local de baile regional. Sus integrantes, subidos en una gran plataforma tirada por un tractor en el que se portaba el ramu, recorrieron parte del pueblo, a ritmo de gaita y tambor, hasta llegar a la iglesia, donde se celebró la misa sacramental en honor de Santa Ana.
La Eucaristía fue oficiada conjuntamente por el párroco Abelardo García y otros tres sacerdotes. Los cánticos fueron entonados por el coro parroquial que dirige Monchu Morís, mientras que el grupo de baile, con la música de gaita y tambor, intervino en el ofertorio, lo que imprimió al rito los aires festivos de una aldea asturiana.
A continuación, salió el desfile procesional, encabezado por gaiteros y el grupo folclórico, seguido del ramu y la imagen de Santa Ana. Cerraba el desfile el Santo Sacramento bajo el palio. El repique de campanas y el sonido de los voladores acompañó la procesión hasta el altar de piedra, en las afueras del templo, donde Les Xanines bailaron en honor del Santísimo antes de entrar en la iglesia.
Terrazas abarrotadas
El jovencísimo grupo de baile, que dirigen Maraví y Jorge, ofreció un aplaudido recital de danzas regionales, que dio paso a la subasta del ramu. La puxa tuvo como voceador a Teo 'el Gemelu' y contó con productos alimenticios y bebidas. Finalizada la rifa, en la misma plaza se inició la sesión vermú, animada por el conjunto musical Trapecio, mientras que en los establecimientos cercanos al lugar -Casa Kilo y Las Palmeras- no cabía un alfiler ni dentro ni en las terrazas.
Aunque las acampadas no proliferaron tanto como en ediciones precedentes, no se notó la tan cacareada crisis económica a tenor del consumo de sidra y otras bebidas refrescantes propias de la hora del aperitivo. Es una muestra más de que Quintes tiene un atractivo especial por el carácter abierto de sus gentes hacia quien los vista y acompaña en sus celebraciones.
Las fiestas de Santa Ana son, sin duda alguna, las que más atraen de la comarca rural de Villaviciosa. Cientos de jóvenes de los alrededores y, principalmente de Gijón no quieren perderse las celebraciones. La empresa Mariano-Fano, nacida en esta localidad, les facilita el traslado, puesto que pone un servicio de autobuses entre Gijón y Quintes y viceversa. Saldrá cada hora, hasta las 7 de la mañana.
Por la noche, el prau de las romerías se volvió a llenar, con la animación de los orquestas Nueva Banda y Banda Nocturna. Hoy volverá a sonar la música. En esta ocasión, las encargadas de poner ritmo a la noche serán las orquestas Sonara Real y Taxi.
