03 julio 2014

Colección de maquetas en casa Runza de Quintueles

El artesano Benigno Runza Costales, lleva 13 años dedicado a reproducir en piedra  monumentos asturianos.

Benigno rematando su último trabajo
La basílica de Covadonga, Santa María del Naranco, Santa Cristina de Lena, Santa María de la Oliva de Villaviciosa, Santa Eulalia de Selorio, San Miguel de Lillo, San Salvador de Valdediós, San Julián de Somió o San Juan de Amandi, son algunas de las maquetas a gran escala construidas en piedra por Benigno Runza. A sus 86 años, Benigno sigue con el mismo animo y ganas de continuar con su gran afición de reproducir iglesias emblemáticas de Asturias. Las empezó a construir tras una grave enfermedad que le hizo retirarse de su trabajo en el campo en el año 2001.

Benigno dice que no sirve para estar parado, en una visita al monasterio de Valdedios le surge la idea de hacerle una maqueta en piedra, hace varias fotografías y al día siguiente empieza la reproducción. La admiración que despertó entre vecinos y amigos le animó a continuar y en el año 2002 empieza con la iglesia de Santa María del Naranco, a las que seguirían las de San Miguel de Lillo, Santa Cristina de Lena y San Julián de Somió.

La destreza que va adquiriendo Runza, la satisfacción y el entretenimiento que le produce el trabajo, le lleva a continuar ampliando su colección y pasa a reproducir otras iglesias importantes de Villaviciosa, como Santa María de la Oliva, San Juan de Amandi y Santa Eulalia de Selorio, para terminar con la maqueta más grande, la Basilica de Covadonga.

Runza coge piedras de la zona, las recorta y pule. Empieza con una base de hormigón sobre la que asienta un armazón de paneles de madera que va recubriendo con pequeñas piezas de piedra, su tamaño no suele pasar de los cinco por dos centímetros, que van dando forma a la construcción. No tiene claro el tiempo que le lleva cada maqueta pues depende de la dificultad de cada una y de otras circunstancias personales. Dadas las dimensiones,  la base de hormigón y el material empleado, cada maqueta pesa unos  150 kilos  y en el caso de la Basílica de Covadonga supera los 300.

Benigno Runza Costales, ha conseguido reunir unas 17 maquetas de diferentes monumentos asturianos. Una hermosa colección para su satisfacción personal, ya que no piensa venderlas, y también para enseñarlas a quien quiera verlas en su domicilio de Quintueles.

Como ya indicamos al principio, Benigno Runza continua con mucho ánimo para seguir con su afición al maquetismo. Aun no ha terminado su último trabajo, la iglesia de Santa María de Bendones, y ya le ronda por la cabeza reproducir un reloj de pared tallado en madera, ya tiene el modelo, solo le falta preparar el material necesario.
QUINTES Mirador del Cantábrico
Benigno Runza Costales rodeado de maquetas