La joyería Cesar Villa ha sido de nuevo la encargada de la elaboración artesanal del galardón que la Sociedad Cultural y Recreativa Clarín de Quintes entregará mañana a Benigno Runza Costales, promotor de las Jornadas en 1988.
La Sociedad Clarín ya tiene listos los preparativos de las XXXI Jornadas Gastronómicas de la Llámpara, que tendrán lugar en Quintes y Quintueles desde el próximo viernes, día 11, hasta el 20 de mayo.
Entre otras cosas, ya cuenta con el galardón de oro con el que la sociedad reconoce bienalmente la labor profesional de personas o entidades de diferentes sectores de la sociedad.
La llámpara lista para entregar en el taller
Molde y modelo
El joyero Cesar Villa
La Sociedad Clarín ya tiene listos los preparativos de las XXXI Jornadas Gastronómicas de la Llámpara, que tendrán lugar en Quintes y Quintueles desde el próximo viernes, día 11, hasta el 20 de mayo.
Entre otras cosas, ya cuenta con el galardón de oro con el que la sociedad reconoce bienalmente la labor profesional de personas o entidades de diferentes sectores de la sociedad.
La fundición de la joya pasa por un delicado proceso de fabricación, primero se moldea a mano o se elige un modelo original, en este caso de la llámpara, se crea un prototipo en cera y se fabrican unos moldes de caucho o silicona, que una vez abiertos son una impresión negativa de la pieza deseada. Abrir estos moldes es una tarea bastante delicada y que requiere gran destreza por parte del artesano.
Una vez cerrados al vacío, a los moldes se les inyecta cera fundida que una vez fría da origen a una reproducción del modelo de joya que se desea y se mete en un cilindro especial que se rellena de una pasta conocida como revestimiento, y que posteriormente se introduce en un horno donde a altas temperaturas se evapora la cera.
Finalmente y con el revestimiento endurecido, uno de los últimos pasos es introducir el cilindro en una centrífuga e inyectar el oro en el lugar que antes ocupaba la cera evaporada.
Tras este paso la joya está lista para repasarla, engastarla, pulirla, rallarla y un sinfín de tareas que definirán el aspecto final de la llámpara, un proceso totalmente artesanal que llega a su máxima expresión y que merece el mayor de nuestros respetos.
Esta técnica, conocida como cera perdida, para fabricar joyas es muy antigua. Comenzó a usarse en aplicaciones de clínica dental a principios del siglo XX y sigue siendo en la actualidad la más utilizada por la gran exactitud que se logra en la reproducción de los modelos.
QUINTES Mirador del Cantábrico
Moldes de caucho con la forma de la joya
Anverso de la llámpara terminada
Reverso de la llámpara terminada
QUINTES Mirador del Cantábrico
Moldes de caucho con la forma de la joya
Anverso de la llámpara terminada
Reverso de la llámpara terminada
La llámpara lista para entregar en el taller
Molde y modelo
El joyero Cesar Villa