La directora adjunta de EL
COMERCIO pregona las jornadas de les llámpares de Quintes y Quintueles
S. G. A. | VILLAVICIOSA.
«Singularidad» y defensa, además
de reivindicación de los valores, la tradición y, también y de forma especial,
la gastronomía de un territorio. La Mariña maliaya, Quintes y Quintueles, se
postularon ayer como un lugar con mucho que ofrecer. Lo hicieron a través de la
pregonera de sus Jornadas Gastronómicas y Culturales, Leticia Álvarez,
directora adjunta de EL COMERCIO, quien ensalzó las virtudes de La Mariña y sus
gentes. Y también, por supuesto, del eje de estas celebraciones: la llámpara.
«Esta tierra es tan única como
sus llámpares y sus piedras de arenisca, tan pintoresca como sus casas
mariñanas (una especie arquitectónica propia), tan vigorosa como su sidra y tan
hospitalaria y cálida como la arena de sus playas en verano. Tiene fabes
propies, manzanas y patatas autóctonas. Se puede comparar nuestro tomate con el
de Somio?... De largo», defendió Leticia Álvarez, ante un auditorio que asistió
también, en la sede de la Sociedad Clarín, a la entrega de la Llámpara de Oro,
que en esta trigesimosexta edición de las jornadas recayó en a los llagares
Gelo y Castañón. Entre el numeroso público estaban el alcalde de Villaviciosa,
Alejandro Vega; la viceconsejera de Turismo, Lara Martínez; y José Ramón Fiaño,
presidente de la Caja Rural de Gijón, quienes también tomaron la palabra.
También entre los asistentes estaban los concejales del PP maliayos Adrián
García e Inés Carvajal concejales de PP, además de José Manuel Felgueres,
diputado de este último partido y la edil de Vox Marta Sanz, así como la
pregonera del año pasado, Paz Fernández Felgueroso, exalcaldesa de Gijón, y el
edil de Gijón Jesús Martínez Salvador, de Foro.
«Bañada en salsas espesas y
deliciosas, condimentada con especias, hortalizas y cocinada con esmero, no
solo conquistaría al más duro crítico del gremio, sino que asociaría para
siempre su memoria a ese bocado de la mar, gelatinoso y tierno al mismo tiempo,
cuya lapa, como el carro de un centollo, se convierte en cucharilla de plata en
la que saborear sus jugos», añadió por su parte la encargada de dar lectura al
pregón sobre la llámpara. Manjar que ya se puede degustar –hasta el 19 de mayo–
en seis restaurantes de Quintes y Quintueles, que durante estas jornadas
gastronómicas ofrecen raciones de llámpares a 14 euros: Castañón, Casa Kilo,
Restaurante Desi-Pochi, The Green-Hotel Artiem, Restaurante Lola Melón y
Parrila Isidro.
Álvarez recordó el esfuerzo que
implica coger les llámpares en los pedreros y lo trabajoso que es dejarlos bien
limpios para que puedan ser degustados.
No se olvidó tampoco de toda la
actividad que surge de estas tierras, en un espacio limitado: un hotel de cinco
estrellas, una empresa maderera, otra de tartas, algunos de los referentes
gastronómicos del Principado y varios almacenes de material de construcción. Y,
destacó, como ejemplo de ese «compromiso» de las gentes de La Mariña, una
entidad, la Sociedad Cultural Clarín, fundada en 1934 y anfitriona del acto
celebrado ayer.
Desde hace casi un siglo «acerca
la cultura en toda su diversidad a las parroquias de estos paraísos que son
Quintes y Quintueles». Funciones teatrales, concursos de dibujo, clases
deportivas, certámenes hortícolas... Sin olvidar dos certámenes literarios, uno
de ellos, el de relatos cortos, con proyección internacional. Además del
festival de la llámpara y un sinfín de propuestas y actividades. Motivos todos
ellos que llevaron a Leticia Álvarez a lanzar una propuesta: presentar a la
Sociedad Recreativa Clarín al Premio Pueblo Ejemplar de la Fundación Princesa
de Asturias. De momento, el numeroso público que acudió al acto disfrutó de
sesenta kilos de llámpares, las protagonistas de las jornadas.
Leticia Álvarez, pregonera de las jornadas gastronómicas.