Campistas y veraneantes habituales de playa España disfrutaron anteayer de unas horas divertidas navegando por el
rio con ingenios caseros, caminando o flotando como podían.
Sin darnos cuenta el descenso
cumple 11 años desde que un grupo de campistas y vecinos de Castiellu se
lanzaron al agua con diferentes artilugios que habían preparado para la ocasión.
Una ocurrencia festiva que se celebra en otros sitios, que en playa España han
adoptando como propia y que siguen celebrando año tras año el mismo día que el descenso del Sella. Desde entonces el
éxito del descenso y las ganas de divertirse no faltaron nunca y a día de hoy
la fiesta es ya una diversión más del mes de agosto en playa España.
Para el descenso de este año utilizaron,
como es habitual, todo tipo de artilugios flotantes, principalmente, neumáticos
y colchonetas y balsas, a los que ayudaron con remos para alcanzar mayor
velocidad, Cosa difícil, ya que en algunas zonas el río bajaba con escaso
caudal, lo que complicó mucho la navegación de las improvisadas embarcaciones.
La variopinta comitiva de navegantes, nutrida con mucha gente joven, llenó de alegría, colorido y voces de ánimo el tramo del rio España entre los puentes de Castiellu y la Playa, ante
el regocijo de numerosas personas que siguieron de cerca la aventura.
Por la tarde los participantes compartieron una comida para reponer fuerzas, y continuó la fiesta durante todo el día. Enhorabuena a todos por compartir ese humor, especialmente a Juan el de Castiellu por ser uno de los promotores más antiguos y entusiastas del descenso.