Diego Rodríguez Suarez, Quintes
1997, acaba de fichar como mecánico de un equipo italiano, tras disputar la
Asian Le Mans Series con una escudería de Dubái
ALICIA GARCÍA-OVIES - VILLAVICIOSA.
Lunes, 8 marzo 2021, 01:00
Sabe que su trabajo es más
silencioso, pero tan importante como el que realiza el piloto a los mandos del
coche. Diego Rodríguez ha conseguido, con solo 23 años, convertirse en mecánico
de competición automovilística. El maliayés acaba de aterrizar de la Asian Le
Mans Series y el próximo abril participará en el campeonato europeo. «Aunque el
piloto sea muy bueno, si el coche no va bien no tiene nada que hacer. Y al
revés. Tú tienes que intentar preparar lo mejor posible el vehículo, pero al
final también depende de quien conduce», explica.
Horas de trabajo en las que la
suerte también es un factor determinante. «El año pasado, en Dubái, el piloto
chocó contra un muro a los siete minutos de carrera. Hemos tenido accidentes
gordos, en los que el vehículo queda para tirar, aunque son muy seguros»,
insiste. Por eso, siempre deben estar preparados para hacer frente a los
problemas que puedan surgir: «Durante las 24 horas que están rodando sin parar,
se hacen más de tres mil kilómetros y el coche sufre mucho. Siempre acaba
surgiendo algo».
La mecánica ha sido su pasión
desde niño. Diego estudió en Asturias el grado de Automoción y luego se
trasladó a una escuela de Barcelona. Allí, desde el primer momento, compaginó
sus estudios con prácticas en el equipo del centro. Y fue el año pasado cuando
finalmente fue fichado por un equipo de Dubái. «En la escuela tienen un ranking
según las notas y van llamando», señala. Esta experiencia lo llevó a vivir
varios meses en Francia.
Copa de España de Rally
Ahora acaba de arrancar una nueva
etapa con un equipo italiano, Dynamic, que le permite vivir en Asturias. Solo
se traslada para los entrenamientos y las carreras. «En casa se está muchísimo
mejor», reconoce. El trabajo lo compaginará con la Copa de España de Rally. El
maliayés formará parte del equipo del asturiano Óscar Sáenz, con el que ya ha
trabajado anteriormente. «Es bonito porque estas ayudando a que un equipo de
aquí crezca», asegura.
Rodríguez destaca la afición
automovilística que hay en Asturias, «pero falta que los equipos se
profesionalicen de cara a realizar competiciones internacionales». El año
pasado, la región suspendió casi todas las carreras. «Es un deporte que vive de
los patrocinadores. Sin carreras y sin público que las vea no sale rentable»,
explica.
Sobre un posible futuro en la F1,
por ahora el maliayés se queda dónde está. «En equipos más pequeños tienes más
responsabilidad».
Fuente: EL COMERCIO