Alfredo Tejedor estrena en Quintes uno de esos pequeños llagares familiares adaptado para mayar con electricidad
Los Tejedor con la encorchadora |
Con la instalación que recientemente realizó el mismo en el llagar, Alfredo puede arreglarse solo para mayar de forma cómoda, rápida y sencilla los 700 litros de sidra que aproximadamente produce anualmente. Para empezar, acaba de estrenar una trituradora dotada de dos motores que llevan la masa de manzana a través de tuberías hasta la masera de prensado. Una vez cae a la masera va colocando capas de masa de manzana y bandejas de madera superpuestas, hasta formar varios sandwiches que son sometidos a prensado hidráulico. El zumo pasa a un deposito de reposo y, para finalizar, a dos barricas de acero inoxidable para el proceso de fermentación, conservación y degustación de la sidra.
El automatismo del llagar se completa con una encorchadora artesanal, también construida por él, de acero y bronce con acabado y ensamblaje de los distintos elementos; embolo de empuje, cono centrador, sistema de centrado de la botella, palanca, contrapeso, etc., que proporcionan a la encorchadora un perfecto funcionamiento.
Tejedor, aficionado a la elaboración de sidra casera y profesional de mecanizado y fabricación de piezas metálicas, estrena este año un llagar pequeño, perfecto y moderno ideado por él. La ayuda de la tecnología en los llagares le parece un adelanto impagable.