El árbol que desde hace unos cuatro años se estaba secando acabó siendo derribado por el viento.
Tras la desaparición de este joven árbol, el más próximo a la capilla, en el entorno solo quedan los seis antiguos robles de siempre. Árboles con un peso importante en la historia y en el paisaje de la ermita de Granderroble, y que además dan cobijo a los cientos de personas que el cinco de agosto de cada año acuden a la festividad de la Virgen de las Nieves y jira campestre.
QUINTES Mirador del Cantábrico
Árbol en pleno desarrollo, año 2013
Árbol en pleno desarrollo, año 2013