Aprovechando la proximidad de las fiestas rescatamos detalles, imágenes y recuerdos de la bendición de Santa Ana que actualmente veneramos.
La Bendición tuvo lugar el 27 de julio ante una gran expectación que no quiso perderse la presentación de la nueva imagen de madera de la Virgen, realizada por Joaquín Rubio Camín en Valdediós. Una talla en la que habían contribuido económicamente los vecinos.
Corsino Álvarez Moreda nos recuerda que la imagen que adoraban antes de la guerra civil, que desapareció, era pequeñina y que después una vecina de Cimavilla donó una escultura de escayola que se utilizó durante años y que terminó apolillándose.
Asimismo otros vecinos como María Dolores Llera y Teo Morís, también recuerdan aquel día perfectamente. Su hija Lorena, de poco más de un año, había pasado por una complicada operación en Madrid y habían acudido a pedir ante la nueva imagen que les diera suerte.
La fiesta de aquel día se completó con una misa solemne, actividades en el prau y por la noche verbena con las orquestas “Carrusel” y “Almirantes”.
QUINTES Mirador del Cantábrico