47 años después de su desaparición, troncos y raices siguen recordando su porte y ubicación.
Los pinos estaban situados enfrente de la antigua casa de Alejo. Asomando en el cierre, aun se pueden ver hoy parte de sus troncos y raíces. Es probable que para muchos, los jóvenes, este detalle pase desapercibido y que para algunos, los mayores, sirvan para recordar aquella pareja de centenarios pinos que destacaban en el paisaje.
Hubo un tiempo que fueron útiles como referencia de la situación del prau de Varas, lugar de celebración de las fiestas de Santa Ana durante unos cuantos años.
Sobre el año 1967, con la urbanización de la finca, los pinos fueron talados y pasaron a ser historia.