A pesar de los años son muchas las casas de Quintes y alrededores que conservan aun sus pozos de agua excavados a mano en el pasado siglo
Jesús Alba |
Sobre el año 1925 Jesús Alba llega a Quintes y se casa con Belarmina Álvarez. Tuvieron siete hijos, Loli, Julio, Asunción, Maruja, Alberto, Juaqui, y Nieves Alba Álvarez.
Su actividad principal fue la excavación y construcción de pozos artesianos de agua por la zona. Jesús falleció en Quintes en 1955 a los 56 años.
La mayoría de los pozos antiguos de Quintes y alrededores se deben a Jesús Alba. Posteriormente muchos vecinos, que nos resulta difícil de enumerar, también trabajaron en la excavación de pozos .
Debido al oficio recibió el sobrenombre de “el poceru”, mote que fue heredado por la familia. Alguno de los hijos de Jesús, especialmente Julio, continuó en el difícil oficio de excavar pozos en unas condiciones extremas de humedad o polvo, solo disponían de medios manuales para la excavación y había que extraer el escombro y el agua con caldero y roldana.
Debido al oficio recibió el sobrenombre de “el poceru”, mote que fue heredado por la familia. Alguno de los hijos de Jesús, especialmente Julio, continuó en el difícil oficio de excavar pozos en unas condiciones extremas de humedad o polvo, solo disponían de medios manuales para la excavación y había que extraer el escombro y el agua con caldero y roldana.
El manantial en los pozos artesianos de Quintes se alcanzaba entre los 6 y los 12 metros de profundidad. Su forma es circular y su diámetro interior suele ser de unos 100 centímetros una vez acabado y revestido de piedra, ladrillo u hormigón. Para la excavación, según la estabilidad del terreno, era necesario entibado para evitar los derrumbes.
Pozo, bebedero y lavadero |
Estos pozos tradicionales de agua solían emplazarse en el entorno de las casas, siempre y cuando, el manantial estuviera a un nivel moderadamente profundo. Por seguridad y utilidad, el pozo se rodeaba a nivel de superficie con un pretil de fábrica, rematado en el borde superior con una pieza circular de piedra, sobre el que se instalaba un arco metálico y una roldana con cadena o cuerda para subir el cubo del agua extraída. También se le solía colocar una tapadera para evitar que cayera suciedad al interior. En continuidad con el pozo, era habitual instalar un bebedero para animales y un lavadero de ropa.
En Quintes este tipo de pozos, como en el resto de la zona rural, eran imprescindibles para dotar de agua a las viviendas construidas hasta 1980. A partir de esa fecha con la llegada de la red de suministro público se hicieron innecesarios.
En la actualidad muchos de esos pozos están contaminados y el agua ya no se puede beber, aunque sigue utilizándose para labores de limpieza y riego.
QUINTES Mirador del CantábricoAgradecemos a Mari Carmen Tuya, nieta de Jesús, la información y fotos facilitadas.
DE FIESTA EN ARROES 1982: Izq Calixto (Arroes de Arriba); Crisanto (Arroes- El Fonduxu); Alberto (hijo del poceru); Tono (Granderroble); Loli y Julio (hijos del poceru)
Foto cedida por Juan Luis García Carriles