Celia y Nico a la salida de la iglesia
Les Xanines desfilan hacia la iglesia para asistir a la misa
Quintes (Villaviciosa),
Mariola MENÉNDEZ
La localidad mariñana de Quintes, en Villaviciosa, inauguró ayer las fiestas de su patrona, Santa Ana, con el día grande de los festejos. Aunque los ojos estuvieron puestos en el cielo, con la esperanza de que saliera algún rayo de sol que calentara el día, el tiempo no dio demasiada tregua, por lo que a los vecinos no les quedó más remedio que resignarse a un persistente orbayu durante su jornada festiva. No obstante, la lluvia sí respetó la procesión, que tuvo lugar después de la misa de las doce y media en la iglesia parroquial. Fueron numerosos los feligreses que quisieron participar en el oficio religioso, que reunió en el altar a unos cuantos sacerdotes, que luego acompañaron a la santa por las calles del pueblo. La imagen de Santa Ana precedía a la del Santo Sacramento, que como es tradicional sale cada año bajo palio.El grupo de Quintes «Les Xanines» se responsabilizó de dotar de folclore a la fiesta con una muestra de bailes regionales que fue seguida con atención por el público. A continuación se subastaron los ramos en los soportales de la iglesia. El vermut y el aperitivo de media mañana estuvieron amenizados con la música del trío «Brass» para hacer frente al desapacible día de ayer, que parecía no tener demasiadas ganas de juerga. Las orquestas «Dominó» y «Versión Original» fueron las encargadas de animar la noche del día grande de las fiestas de Santa Ana de Quintes, cuyas celebraciones se prolongan hasta hoy.Por la mañana, a las doce, está prevista otra misa, seguida también de procesión por Quintes. La orquesta «Assia» será la encargada de hacer bailar a los participantes en la verbena, que comenzará a las diez de la noche. Mañana habrá otra eucaristía, a las once, y será en recuerdo de los difuntos de la parroquia.Para facilitar el traslado a las fiestas de Quintes sin estar pendientes de aparcar o conducir se ha programado un servicio de autobuses entre Gijón y la localidad de Villaviciosa con un amplio horario, tanto en la ida como en el regreso. Por lo que no quedarán disculpas de peso para perderse una de las festividades con más tradición en el calendario estival. Además, la comisión organizadora ha optado por poner precios «populares» a la bebida de la barraca que explotan para financiar los festejos y animan a colaborar.
Noticia extraida de :http://www.lne.es/
Los componentes del grupo de baile regional Les Xanines, fueron unas de los principales protagonistas durante la primera mitad del día de ayer en Quintes.
Villaviciosa 27.07.11 - 02:40 -
LUIS CASO
QUINTES.
El mal tiempo restó afluencia de campistas, pero la romería reeditó tres décadas de éxitos con las orquestas Versión Original y Dominó
La multitud disfrutó de los bailes de Les Xanines, el desfile de la carroza y la procesión
Santa Ana venció al orbayu en Quintes. Aunque la meteorología no fue la esperada para una de las grandes citas festivas del verano maliayo, con continuas amenazas de lluvia, la parroquia mariñana logró desarrollar con notable concurrencia el programa para la primera jornada de sus fiestas sacramentales y de Santa Ana. Un celebración con tres décadas de continuidad que, sin duda, es la que tiene mayor poder de convocatoria de toda la comarca mariñana. No obstante, en comparación con años precedentes, el mal tiempo restó afluencia de romeros y se echaron en falta también las habituales tiendas de acampada.
La actividad comenzó a mediodía con una carroza portando el ramu y el grupo de baile regional Les Xanines, dirigido por Maripi, recorriendo los barrios del pueblo para llegar al templo parroquial donde, a las 12.30 horas, tuvo lugar la misa solemne oficiada por Alberto Toldrá, excapellán de la Congregación de Inmigrantes, que también pronunció la homilía. Toldrá fue asistido por otros ocho sacerdotes y la eucaristía estuvo cantada por el coro de Quintes, que dirige José Ramón Morís.
En el intermedio de la misa, bailaron Les Xanines y sonó música de gaita y tambor. Al concluir el oficio religioso, arrancó la procesión, entre repique de campanas y tronar de voladores, con el ramu a la cabeza y la imagen de Santa Ana y el Santo Sacramento bajo palio que desfilaron por la plaza de La Carbayera, seguidos de centenares de fieles. En un altar de piedra fuera de la iglesia tuvo lugar la bendición sacramental con nuevo protagonismo de Les Xanines.
La explanada del templo se llenó de público para presenciar y aplaudir el recital de bailes del grupo regional, con sus bailarines juveniles e infantiles, que con anterioridad habían nombrado a Celia como Xana Juvenil, a Lucía como Xana Infantil y a Yeray como Trasgu. En paralelo se procedió a la subasta del ramu, compuesto de roscos de pan, bebidas y comestibles variados. A continuación llegó el turno del vermú, amenizado por el Trío Brass, mientras que en los bares y terrazas cercanas, no cabía ni un alfiler.
Fiesta infantil y chocolatada
Así se cerraba una mañana totalmente festiva, con actos religiosos y de convivencia, haciendo caso omiso a la adversa climatología, superada por el entusiasmo y hospitalidad de las gentes de Quintes hacia quienes comparten sus fiestas y su residencia ocasional. Por la tarde, en el prau de las romerías, la comisión de festejos se acordó de los niños, ofreciéndoles una fiesta infantil y una chocolatada.
A partir de las 22 horas, dio comienzo la primera y animada verbena, amenizada por las orquestas Dominó y Versión Original, que se prolongó hasta bien entrada la madrugada, con servicio de autobuses Mariano entre Quintes y Gijón que duró hasta las seis de la mañana.
Poder de atracción
Las fiestas de Santa Ana en Quintes, quizás por la idiosincracia de sus gentes, sus buenas comunicaciones y su cercanía con Gijón, que aporta un tanto por ciento muy elevado de asistencia a las mismas, tienen un poder de atracción muy notable. Además, en esta ocasión la carpa de bebidas está siendo atendida directamente por la comisión de festejos, por lo que los precios de las consumiciones son populares y no abusivos, como en alguna edición anterior que era vendida al mejor postor. Así pues toca disfrutar de las fiestas de Santa Ana, en Quintes, lugar indicado, aunque no sean los mejores días de la semana para pasar unas horas de diversión.
LUIS CASO
QUINTES.
El mal tiempo restó afluencia de campistas, pero la romería reeditó tres décadas de éxitos con las orquestas Versión Original y Dominó
La multitud disfrutó de los bailes de Les Xanines, el desfile de la carroza y la procesión
Santa Ana venció al orbayu en Quintes. Aunque la meteorología no fue la esperada para una de las grandes citas festivas del verano maliayo, con continuas amenazas de lluvia, la parroquia mariñana logró desarrollar con notable concurrencia el programa para la primera jornada de sus fiestas sacramentales y de Santa Ana. Un celebración con tres décadas de continuidad que, sin duda, es la que tiene mayor poder de convocatoria de toda la comarca mariñana. No obstante, en comparación con años precedentes, el mal tiempo restó afluencia de romeros y se echaron en falta también las habituales tiendas de acampada.
La actividad comenzó a mediodía con una carroza portando el ramu y el grupo de baile regional Les Xanines, dirigido por Maripi, recorriendo los barrios del pueblo para llegar al templo parroquial donde, a las 12.30 horas, tuvo lugar la misa solemne oficiada por Alberto Toldrá, excapellán de la Congregación de Inmigrantes, que también pronunció la homilía. Toldrá fue asistido por otros ocho sacerdotes y la eucaristía estuvo cantada por el coro de Quintes, que dirige José Ramón Morís.
En el intermedio de la misa, bailaron Les Xanines y sonó música de gaita y tambor. Al concluir el oficio religioso, arrancó la procesión, entre repique de campanas y tronar de voladores, con el ramu a la cabeza y la imagen de Santa Ana y el Santo Sacramento bajo palio que desfilaron por la plaza de La Carbayera, seguidos de centenares de fieles. En un altar de piedra fuera de la iglesia tuvo lugar la bendición sacramental con nuevo protagonismo de Les Xanines.
La explanada del templo se llenó de público para presenciar y aplaudir el recital de bailes del grupo regional, con sus bailarines juveniles e infantiles, que con anterioridad habían nombrado a Celia como Xana Juvenil, a Lucía como Xana Infantil y a Yeray como Trasgu. En paralelo se procedió a la subasta del ramu, compuesto de roscos de pan, bebidas y comestibles variados. A continuación llegó el turno del vermú, amenizado por el Trío Brass, mientras que en los bares y terrazas cercanas, no cabía ni un alfiler.
Fiesta infantil y chocolatada
Así se cerraba una mañana totalmente festiva, con actos religiosos y de convivencia, haciendo caso omiso a la adversa climatología, superada por el entusiasmo y hospitalidad de las gentes de Quintes hacia quienes comparten sus fiestas y su residencia ocasional. Por la tarde, en el prau de las romerías, la comisión de festejos se acordó de los niños, ofreciéndoles una fiesta infantil y una chocolatada.
A partir de las 22 horas, dio comienzo la primera y animada verbena, amenizada por las orquestas Dominó y Versión Original, que se prolongó hasta bien entrada la madrugada, con servicio de autobuses Mariano entre Quintes y Gijón que duró hasta las seis de la mañana.
Poder de atracción
Las fiestas de Santa Ana en Quintes, quizás por la idiosincracia de sus gentes, sus buenas comunicaciones y su cercanía con Gijón, que aporta un tanto por ciento muy elevado de asistencia a las mismas, tienen un poder de atracción muy notable. Además, en esta ocasión la carpa de bebidas está siendo atendida directamente por la comisión de festejos, por lo que los precios de las consumiciones son populares y no abusivos, como en alguna edición anterior que era vendida al mejor postor. Así pues toca disfrutar de las fiestas de Santa Ana, en Quintes, lugar indicado, aunque no sean los mejores días de la semana para pasar unas horas de diversión.
Noticia extreida de :http://www.elcomercio.es/