01 noviembre 2014

Halloween 2014 en Quintes

Varios niños celebraron la fiesta disfrazados de miedo.
De acuerdo a las creencias celtas, en la noche del 30 de octubre los límites entre el mundo de los vivos y los muertos se estrechaban. Para alejar a los malos espíritus, los celtas comenzaron a encender fogatas y usar disfraces. En la actualidad la fiesta cobra cada vez más fuerza y su celebración es cada vez más popular en todo el mundo.
La pasada noche varios niños  se divirtieron por Quintes intentando asustar con sus disfraces. La celebración del día de Halloween está siendo integrada a nuestra cultura, casi desplazando los ancestrales ritos del Día de Muertos, con un conjunto de actividades que se realizan en la macabra noche del 31 de octubre.
Las calabazas, que tanto abundan por estas fechas, son las grandes invitadas de la noche de Halloween. Una de las costumbres tradicionales más populares de estas fiestas consiste en esculpir calabazas para darles el aspecto de rostro humano. 
Os dejamos la siguiente leyenda que relaciona el origen de las calabazas con la fiesta.
Parece ser que en Irlanda vivía hace mucho tiempo un hombre llamado Jak. Trabajaba de herrero, pero ante todo era un bandido. En cierta ocasión llegó a engañar al mismo diablo, quien entre avergonzado y enojado le prometió que jamás lo admitiría en el infierno.
Pero la promesa se volvió en contra de Jack. Cuando murió años más tarde, tampoco lo aceptaron en el cielo, por su mala fama. Por ello le tocó deambular como alma en pena en medio de la oscuridad entre el cielo y el infierno.
El diablo finalmente sintió lástima por Jack y le regaló un trozo de carbón ardiente, tomado de los fuegos infernales, para que tuviera algo de luz.
Jack colocó el carbón en un rábano ahuecado, para que no se apagara con el viento. De alguna manera, con los siglos el rábano se convirtió en una calabaza que permitía darle forma de cara y sonrisa macabra con la luz interior.
QUINTES Mirador del Cantábrico


Alguno de los niños que se disfrazaron ayer en Quintes