25 mayo 2013

Rescatado un Cárabo Común (Curuxu) en Quintes

El mismo día del hallazgo fue entregado al grupo del CEPESMA para su cuidado y recuperación 
Cárabo adulto
Un Cárabo o Curuxu juvenil fue encontrado el pasado miércoles en Quintes por los niños Jesús y Tania en el barrio de Santana, tras  la sorpresa inicial, se pasó aviso al CEPESMA. Horas después, al tratarse de un ave protegida, fue recogido por un grupo de voluntarios de La Coordinadora para trasladarlo al Parque de la Vida en Luarca. 
Esta pequeña rapaz nocturna, en edad adulta, tiene un peso que oscila entre 300 y 500 gramos y una envergadura cercana al metro es típica de zonas boscosas con árboles viejos donde encuentre huecos en los que poder anidar. De hábitos puramente nocturnos, localizar al Cárabo no es tarea fácil, al menos visualmente. Se trata de una especie con un plumaje críptico, mimetizado con su entorno, capaz de pasar desapercibido para los ojos más atentos. Pero al caer la noche, su ulular nos informa de que ese bosque está habitado por este pequeño cazador. 
Cárabo juvenil encontrado
A diferencia de otras rapaces nocturnas como el búho chico o el búho real, el Cárabo carece de “falsas orejas” o penachos. Al igual que la lechuza, la cabeza del Cárabo es totalmente redonda, dos grandes discos faciales de plumas algo más claras que el resto enmarcan dos enormes ojos negros. El plumaje muy abigarrado, esta predominado por tonos ocres y negros, pudiendo encontrar dos variedades una gris y otra más marrón. 
Gran consumidor de roedores, en ocasiones ha sido capaz de depredar sobre presas del tamaño de un conejo. Su técnica de caza se basa en la paciencia, usando un oteadero desde donde lanza un rápido y mortal picado hacia sus presas. A veces esta simpática rapaz es delatado durante el día por los numerosos córvidos como urracas, arrendajos o cuervos. 
Su cuello, extrañamente flexible, permite a esta ave girar la cabeza casi completamente, de manera que su cara puede mantenerse dirigida hacia un observador que se mueva a su alrededor. 
El cárabo común, al igual que sus parientes, ha sido visto con frecuencia como un presagio de mala suerte y forman parte de varios mitos y leyendas alrededor del mundo, Se creía en Gales que el llamado de un cárabo entre las casas de una aldea significaba que una mujer acababa de perder su virginidad. En África, por ejemplo, para los bantúes el cárabo es pariente de los hechiceros. En China los asociaban con el rayo (ya que ilumina la noche) y con el tambor (porque rompe el silencio), mientras que en otras regiones se le considera una fuente de guía, auxilio y protección.
QUINTES Mirador del Cántabrico



Carlos Caicoya entregando el ave al grupo CEPESMA
Foto Cepesma
Acabamos de recibir  las siguientes fotos con los hermanos que encontraron el Cárabo
 Tania García Prada
Jesús García Prada